Los 49ers están lejos de luchar por algo este año. Eso lo sabíamos todos antes de empezar la temporada. Otra cosa es ofrecer una imagen tan lamentable como la de esta noche en Seattle. Un equipo que solo había anotado un touchdown en dos partidos hasta ahora nos metió dos en los primeros dos drives con una facilidad insultante. No os dejéis engañar por el marcador si no habéis visto el partido, San Francisco anotó dos touchdowns en los minutos finales. El resultado llegó a ser 37-3 en favor de los locales.
A día de hoy el ataque es incapaz de completar un pase en el segundo nivel. Constantemente Blaine Gabbert se limitó a enviar lanzamientos cortos de las cadenas en tercer down. Los drives de 3 y fuera volvieron a tener protagonismo, una lacra del sistema de Chip Kelly. La buena labor de Trent Brown, quien parece estar convirtiéndose en un competente tackle derecho titular, es lo único que puedo destacar positivamente a este lado del balón junto al continuado esfuerzo de Carlos Hyde (GAME BALL) que corrió con mucha más efectividad que la semana pasada.
Lo malo es que tampoco se puede sacar ninguna conclusión favorable de la defensa. Faltó intensidad, faltó planificación y faltó ejecución. Bajo una de las líneas ofensivas más cuestionadas de la competición Seattle corrió con efectividad con el único runningback de confianza que les queda sano, Christine Michael. La cobertura estuvo incluso peor que las trincheras hoy, los huecos entre las zonas fueron enormes (por ejemplo en el touchdown de Jimmy Graham) y volvimos a tener graves dificultades para detener las "pick-plays". Una semana después de afirmar que enseña agresividad en sus jugadores (lo que nos costó un touchdown en un fallo de Antoine Bethea) debemos darle un tirón de orejas a nuestro coordinador defensivo, Jim O´Neil, por mandar un "rush" de solo tres hombres en un 3º y 14 en el que Russell Wilson tuvo todo el tiempo del mundo para conectar un pase largo con Doug Baldwin.
Para subir un poco la moral tras este completo desastre solo puedo decir que es pronto en la temporada, que ahora solo queda mejorar para no repetir este esperpento y que ciertamente el calendario era muy duro tras el encuentro inaugural ante Los Angeles. Eliminando excusas, esto no es lo que queremos ver de nuestro equipo por muchas carencias que sepamos que tiene.