Dicho
y hecho los Kansas City Chiefs escogieron al quarterback de Texas Tech el
primer día del draft. Para “herir más mi sensibilidad” traspasaron su primera
ronda, la tercera y la primera del año que viene para hacerse con sus
servicios.
Rubén Ibeas ya os ha cantado sus
alabanzas sobre el chico. No contento con eso os intenta manipular diciendo que
todo lo que yo explico aquí son falacias. No pienso caer tan bajo como él. Sólo
quiero que leais este artículo hasta el final y estoy seguro que por vosotros
mismos llegaréis a la misma conclusión que yo.
Mahomes
tiene un gran brazo, es capaz de lanzar con velocidad, le pone toque a sus
envíos, conecta pases desde plataformas muy difíciles y es capaz de improvisar
para completar pases tarde en el down y saliendo del pocket en carrera. No os
voy a ocultar sus puntos fuertes porque es obvio que los tiene. Tampoco deja de
ser cierto que enfrentarse a las horripilantes defensas de la Big XII favorece
la producción de tantas grandes jugadas.
Lo
que también es verdad es que muchas de las “big plays” de Mahomes son
innecesarias, en el sentido de que vienen precedidas por su impaciencia en el
pocket. Triunfar jugando así en la NFL será imposible. Su tendencia a ser un
pistolero va a tener que ser trabajada a tope por Andy Reid. En sus once años como profesional Jay Cutler no ha conseguido quitarse ese estigma de encima, y
Cutler salió de college con mucha mayor disciplina que Mahomes.
Cuando
te pones a ver el vídeo de este quarterback te encuentras con cantidad de
jugadas desperdiciadas. Hay pases incompletos fruto de sus malas mecánicas y su
horripilante juego de pies. Los entrenadores NFL adoran los quarterbacks que
juegan rápido en el pocket. Mahomes retrocede en la mayoría de sus snaps con
“pies de plomo”, como si estuviera jugando en el jardín de su casa en lugar de
en un partido competitivo.
Su
vision también es más que discutible. Jugando en una “Air Raid”, la reina de las
“spread offenses”, apenas ha tenido que leer defensas ni aislar la ruta
correcta. Cuando su primera opción es cubierta Mahomes sale del pocket o
directamente empieza a dar vueltas por el mismo camino de una de sus
innumerables improvisaciones.
Por
supuesto no voy a hablaros de su timing y anticipación en los lanzamientos,
nulos en ambos casos. En la cinta de Mahomes observareis muchas grandes jugadas, pero
poquísimas que luego vayáis a ver en un campo de NFL ante defensas
profesionales mucho mejor organizadas.
No
niego el talento del joven jugador. Tampoco que pueda convertirse en un gran
quarterback en la NFL. No obstante, Mahomes necesita ser entrenado en muchas
facetas: mecánica y mentalmente, además de readaptarlo al juego profesional. Su
techo es alto pero su suelo también es bajísimo. No entiendo por qué apostar
tanto por alguien que fácilmente no va a estar preparado para jugar en dos años
cuando la próxima promoción de quarterbacks parece más prometedora. Si Andy Reid es tan magnífico formador de
QB más razón para no arriesgarse tanto por un chico que ha basado toda su
producción colegial en su capacidad para improvisar.
En
mi opinión Mahomes y Davis Webb son
dos proyectos similares, quarterbacks con excelente brazo que salen de un
ataque spread y que necesitarán un arduo proceso de adaptación a la liga. Uno
ha salido en el número 10 absoluto y el otro en el 87.
No
me enrollo más. Os voy a dejar con un pequeño vídeo de tres minutos que he
recopilado con las jugadas negativas de Mahomes en tan solo dos partidos de su
pasada temporada, ante TCU y Arizona State. Podría haber hecho lo mismo con
cualquier otro de sus encuentros pero entonces el vídeo se habría eternizado.
Sus fallos mecánicos y mentales se repiten una y otra vez. Miradlo y veréis al
jugador con otros ojos, por mucho que se empeñe Rubén Ibeas.
Marco Álvarez @deionmarco
Marco Álvarez @deionmarco
