domingo, 10 de febrero de 2008

2007 - Semana 5: DALLAS COWBOYS 25 @ BUFFALO BILLS 24


La temporada 2007 de la NFL será siempre recordada por el casi impecable año de los New England Patriots, que estuvieron a unas pocas jugadas de completar la primera campaña perfecta de 19-0 en la historia de la liga. Espoleados por el affaire del "Spygate", los hombres de Bill Belichick y Tom Brady disputaron y vencieron algunos de los mejores encuentros de aquella regular season. Son principalmente recordados el agónico triunfo en Baltimore para mantener el invicto y el choque final ante los Giants donde se establecieron cantidad de récords. Los dos partidos reciben mi mención honorífica, pero no alcanzan el estatus de "juego del año".

El encuentro que más me emocionó personalmente de aquella liga llegó mucho antes, concretamente en la semana 5. Hacía trece años que el Monday Night Football no se desplazaba a Buffalo. Los Bills habían anticipado mucho el partido ante el equipo que les derrotara en sus dos últimas presencias en la Super Bowl. Aunque ninguno de aquellos protagonistas seguía en activo, se respiraba un ambiente retro con Jim Kelly animando en la banda y Thurman Thomas recibiendo en el descanso un homenaje por su entrada al Salón de la Fama.

Los Cowboys eran entrenados por Wade Phillips, tristemente todavía a día de hoy el último head coach que ha metido a los Bills en los playoffs. Su arranque de 4-0 con un ataque estelar encabezado por Tony Romo había disparado todas las expectativas de que el "Equipo de América" estaba de vuelta. En el otro lado, Buffalo llegaba con un récord de 1-3, una defensa plagada de lesionados que se situaba en el último lugar de los rankings en ese momento y un quarterback rookie al mando de la ofensiva, Trent Edwards. Era el clásico enfrentamiento de David contra Goliath.

La intensidad del partido fue muy alta desde el kickoff inicial. Contra todo pronóstico, la acorralada defensiva de Bills interceptaba una, dos, tres y hasta cuatro veces a Romo en la primera mitad. Dos de ellas fueron retornadas para touchdown. La primera fue obra de George Wilson, wide receiver reconvertido a free safety en su primera titularidad en la NFL. La segunda la protagonizó el defensive end Chris Kelsay, quien lograba una acción soñada para un defensive end: pase bloqueado, interceptado y retornado para TD. El problema para Buffalo es que pese a los cuatro turnovers del oponente el resultado solo le era favorable 17-10 al descanso.

La tónica de big-plays para los locales se mantuvo a la vuelta de los vestuarios cuando Terrence McGee, un gran retornador que ha caído un poco en el olvido, devolvía un kickoff 103 yardas para touchdown justo después de un field goal de Dallas. Era el quinto retorno de TD de su carrera.

Los últimos diez minutos serían de auténtico infarto. Un fumble de Romo fue seguido por una intercepción de Edwards cuando Buffalo se disponía a ponerle la puntilla a su rival. DeMarcus Ware, excepcional toda la noche aplicando presión al novato, caía en cobertura por una de las pocas veces en todo el partido. Su salto para desviar el balón permitía a Terence Newman interceptar y retornar 70 yardas hasta la 17 de Bills. Sin embargo, la locura se desataba en el Ralph Wilson Stadium apenas dos jugadas después cuando caía la quinta intercepción sobre Romo. Era su sexto turnover en total.

Ocho abajo, 24-16, con menos de cuatro minutos para el final, los Cowboys tendrían su última oportunidad para empatar. Aprovechando la conservadora defensa "prevent" de Buffalo, Romo movió a sus compañeros 80 yardas en 12 jugadas. De los ocho pases conectados el más largo produjo tan solo 12 yardas. No obstante, el lanzamiento más importante, el de la conversión de dos para Terrell Owens en la esquina de la end zone, resultaba incompleto.

¿Game Over? Todavía no. Dallas recuperaba el onside kick con 18 segundos por disputar. Dos pases cortos más, de nuevo ante la pasividad de la defensa rival, colocaban el balón en situación para que el kicker rookie Nick Folk ganara el loco partido con un field goal de 53 yardas. El intento era bueno para jolgorio de la banda tejana, pero un momento, no era válido. Dick Jauron había pedido tiempo muerto décimas antes del snap. Esta práctica fue iniciada aquel año por Mike Shanahan tres semanas antes y no sería abolida por la NFL hasta varias temporadas después. No importó esa noche, Folk convirtió de nuevo y esta vez sí que pudieron celebrar los Cowboys. Nadie más que Jerry Jones en su palco.

En la entrevista postpartido Michele Tafoya cuestionaba a Romo sobre sus cuatro intercepciones en la primera parte. "¿En serio fueron cuatro? Yo hubiera dicho que habían sido siete". Unas declaraciones propicias de alguien cuyo ídolo de juventud fue Brett Favre.


Finalistas:
Week 06 - Minnesota Vikings vs Chicago Bears (el show de Adrian Peterson y Devin Hester).
Week 13 - New England Patriots vs Baltimore Ravens (los Pats mantienen el invicto).
Week 17 - New England Patriots vs New York Giants (noche de récords).

jueves, 7 de febrero de 2008

Los 11 de Deion - TEMPORADA 2007


* Los New England Patriots establecieron todo tipo de récords en 2007, siendo los más publicitados el de pases de touchdown de Tom Brady y el de anotaciones de recepción de Randy Moss. La pareja quarterback – wide receiver mostró desde la primera jornada de liga una química impropia para dos nuevos compañeros de equipo. La magia producida por ambos se desvaneció durante los playoffs, pero aún así su presencia en nuestro conjunto es incontestable. Junto a ellos, el guard Logan Mankins hizo el típico trabajo oscuro de un guard que permitió toda la brillantez de Brady y Moss a lo largo de la temporada.

Tan solo por segunda vez desde que iniciamos esta tradición en 2002 entra un rookie en nuestra alineación final de ataque (Jeremy Shockey). Adrian Peterson irrumpió en la NFL como un huracán, consiguiendo más de cien yardas de carrera en su debut, más de doscientas en su quinto encuentro, y estableciendo la nueva plusmarca absoluta con sus 296 ante San Diego en la Semana 9. Una lesión de rodilla le ralentizó en la segunda mitad de campaña, pero lo producido hasta entonces le bastó para llegar aquí.

Comparte backfield con el novato, Brian Westbrook, quien superó a Donovan McNabb en importancia dentro del ataque de los Eagles camino de 2104 yardas totales, la mayor cantidad en la NFL.

Los dos mejores receptores de los Cowboys, el wide receiver Terrell Owens y el tight end Jason Witten comparten presencia en el once. T.O. es un veterano de esta sección, ya que aparece en ella por tercera vez (2002 y 2004). Por su parte, Witten ha terminado con la racha de tres años consecutivos de Antonio Gates.

Completamos el equipo con los restantes miembros de la línea de ataque. Jason Peters (Bills) y Mark Tauscher (Packers) han sido los mejores tackles en un año flojo a nuestro juicio para la posición. Los líneas interiores sí han estado más a la altura, siendo Jeff Saturday el center y Chris Snee (Giants) el guard derecho. El miembro del conjunto campeón ha sido bajo nuestros parámetros el línea de ataque más dominante de la temporada.


* El jugador defensivo de la temporada, Bob Sanders, encabeza este once ideal. El strong safety lideró a la D# de los Colts hacia la mejor marca de puntos recibidos de toda la NFL (262), algo impensable en un conjunto siempre conocido por su poderoso ataque. En el otro puesto de safety tenemos a Ed Reed, quien establece un récord para un defensor al aparecer por tercer año aquí (2003, 2004, 2007). El jugador de los Ravens ocupa una plaza que parecía encaminada para Sean Taylor hasta que el destino se cruzó en su camino.

Únicamente los New England Patriots meten más de un hombre en nuestro equipo defensivo. Asante Samuel repite su presencia de 2006, mientras que Mike Vrabel aparece por primera vez gracias a sus 12.5 sacks.

DeMarcus Ware fue a nuestro juicio el mejor jugador defensivo de la campaña, aunque no recibió demasiados apoyos a la hora de la votación. El outside linebacker no paró de hacer grandes acciones cada semana, hasta finalizar con catorce sacks (tercera mejor marca en la NFL), 84 placajes y cuatro fumbles forzados.

Tras quedarse a punto de entrar en nuestro once ideal de 2006, Jared Allen no dejó lugar a ninguna duda este año para hacerse un hueco aquí, merced a sus 15.5 sacks, la cantidad más alta de la liga.

Donde tampoco hubo mucha discusión fue en la posición de defensive tackle, donde Pat Williams (Vikings) y Albert Haynesworth (Titans) fueron claramente los mejores. El jugador de Tennessee ha conseguido hacer olvidar con su juego en el campo la tremenda agresión sobre Andre Gurode en 2006, una acción que podría haber marcado negativamente su carrera.

Nunca hasta ahora habíamos incluído un novato en nuestro equipo defensivo de la temporada, pero lo conseguido por Patrick Willis hacía tiempo que no se veía. El middle linebacker jugó con la intensidad que caracterizaba a su entrenador de posición (Mike Singletary), y para final de liga se hizo claramente con el liderazgo de su equipo. Con 174 placajes lideró la NFL.

Cerramos este conjunto con el defensive end de los Packers, Aaron Kampman, y el cornerback de San Diego Antonio Cromartie, quien tras un inicio sin mucho lustre entró en una racha espectacular que le llevó a liderar la competición con sus diez intercepciones. En los playoffs puso la guinda a su campaña con sendas INT sobre Peyton Manning y Tom Brady, los dos mejores quarterbacks en la actualidad.