martes, 10 de febrero de 2015

2014 - Semana 13: NEW ENGLAND PATRIOTS 21 GREEN BAY PACKERS 26

Leyenda saluda a leyenda a la finalización del partido.
Por diferentes motivos solo ha habido hasta ahora un enfrentamiento entre Tom Brady y Aaron Rodgers, dos de los mejores quarterbacks de su generación y de toda la historia de la NFL. Este duelo se produjo en la Semana 13 de la campaña 2014 y resultó a mi juicio el partido más memorable de aquella regular season. Ambos quarterbacks llegaron al encuentro liderando a sus equipos en fantásticas rachas y acumulando registros estratosféricos por el camino. Los Packers habían ganado siete de sus últimos ocho compromisos con Rodgers sumando 25TD por apenas 2INT en ese período. Por su parte, Brady venía de lanzar 22TD por 4INT en lo que habían sido siete victorias consecutivas de New England tras un difícil primer mes de competición en el que incluso se le cuestionó a Bill Belichick la titularidad de su quarterback. Los dos equipos estaban en plena lucha por lograr la codiciada ventaja de campo en sus respectivas conferencias por lo que el partido tenía una importancia capital.

Jordy Nelson y Darrelle Revis protagonizaron un gran duelo.
La noche perteneció a la gran estrella de los Packers que dio un absoluto clinic de fundamentos de su posición ante una de las secundarias más complicadas de la competición que incluía a Darrelle Levis y Devin McCourty entre otros. En el primer cuarto Green Bay anotó en sus tres posesiones rumbo a una ventaja de 13-0. Rodgers conectaba con su homónimo, el tight end Richard Rodgers, en un espléndido lanzamiento de 32 yardas que prácticamente marchó teledirigido a las manos del receptor tras un gran "pump fake" que congeló a la defensa.

Por supuesto Brady no estaba dispuesto a contemplar el recital desde su banda sin hacer nada cuando le tocaba entrar en el campo. Apoyándose en Rob Gronkowski (7 recepciones, 98 yardas) condujo dos drives que acabaron en sendos touchdowns. El segundo fue precedido por una brutal acción de Gronk que pasó literalmente por encima del safety Ha Ha Clinton-Dix.

Con 1:05 por jugar hasta el descanso y el balón en su yarda 19 parecía que el resultado sería de 16-14 Green Bay al intermedio. Pero Rodgers tenía otros planes. Exhibiendo su movilidad conectaba un pase fuera del pocket para James Starks que resultaba en una ganancia de 28 yardas. Tres downs después, Jordy Nelson se zafaba del pegajoso marcaje de Revis y aprovechaba un perfecto pase de su quarterback para completar un espectacular touchdown de 45 yardas que psicológica y deportivamente hacía mucho daño a los Patriots. 23-14 Packers al descanso.

Durante la segunda mitad Rodgers continuó el recital. Sin embargo sus compañeros le jugaron dos malas pasadas que pudieron ser decisivas. Primero el kicker Mason Crosby erraba un sencillo field goal de 40 yardas. Más tarde, Davante Adams dejaba caer al suelo lo que llevaba escrito un pase de touchdown. Green Bay se tenía que conformar con los tres puntos en lugar de siete, lo que dejaba una ventana de esperanza para New England, solo cinco abajo (26-21) a 8:35 de la conclusión.

Gronkowski estuvo a punto de completar una recepción milagrosa.
En 4ª y 3 en su propia yarda 49 Brady conectaba con Julian Edelman para el primer down. Dos
jugadas después Gronkowski movía las cadenas en 3ª y 7. En la yarda 20 ya de los Packers Brady lanzaba un perfecto balón para su tight end que no resultó en touchdown por la providencial intervención de Clinton-Dix, que se tomaba la revancha del aplastamiento sufrido en la primera parte. Las desgracias para New England no acabaron ahí. Un sack en el siguiente down obligaba a Belichick a chutar el field goal. Para rematar la faena Stephen Gostkowski fallaba la patada.

A pesar de todo los Patriots podrían haber tenido una última oportunidad para ganar el partido. Para ello necesitaban detener a Rodgers en un 3ª y 4 a 2:28 del final. La cobertura fue buena pero también la protección al quarterback. Rodgers (24/38, 368yds, 2TD) no se puso nervioso, aguantó en el pocket el tiempo necesario y al final encontró a Randall Cobb para el primer down que sellaba la victoria. Fue un gran triunfo en un encuentro disputado y bien jugado por dos grandes equipos.

Rodgers continuó su temporada de fantasía camino de su segundo MVP. Sin embargo, una inoportuna lesión le lastró en los playoffs y la NFL se quedó sin la posible revancha en la Super Bowl entre New England y Green Bay cuando los Packers desperdiciaron una gran ventaja en los minutos finales del partido por el campeonato de la NFC. Los Patriots no volverían a perder un encuentro en el que se jugaban algo hasta 364 días después, levantando en el proceso su cuarto trofeo Vince Lombardi.

Finalistas:
Week 06 - Carolina Panthers vs Cincinnati Bengals (dramática lucha que termina en empate).
Week 08 - Washington Redskins vs Dallas Cowboys (los Skins dan la sorpresa con su tercer quarterback).
Week 13 - San Diego Chargers vs Baltimore Ravens (el coraje de Philip Rivers salva a San Diego).

jueves, 5 de febrero de 2015

Los 11 de Deion - TEMPORADA 2014

ATAQUE
* QB: Aaron Rodgers (Green Bay): Decisión muy sencilla. Rodgers ha sido con diferencia el mejor quarterback en la NFL este año. Durante un tramo de competición desde finales de septiembre hasta comienzos de diciembre su récord fue de 9-1 con un ratio TD-INT de 30-2. De no ser por una inoportuna lesión a las puertas de los playoffs es probable que los Packers hubiesen alcanzado la Super Bowl. Desde 2009 Peyton Manning y Rodgers se han ido alternando en el puesto de quarterback de mi equipo (tres presencias cada uno).

* RB: DeMarco Murray (Dallas) y Marshawn Lynch (Seattle): Tras su fulgurante comienzo de campaña con ocho encuentros consecutivos por encima de las 100yds de carrera perdió un poco de reconocimiento ante su línea ofensiva y quarterback. A mi juicio Murray fue el MVP de Dallas y el principal responsable en la sorprendente temporada de los Cowboys. No me gusta dejar fuera a Le´Veon Bell (Pittsburgh), quien estuvo formidable en 2014, pero "Beast Mode" literalmente casi lleva sobre sus hombros a los Seahawks hacia su segunda Super Bowl consecutiva. A día de hoy no hay runningback más temido en la liga.

* WR: Antonio Brown (Pittsburgh) y Jordy Nelson (Green Bay): El año pasado Brown se quedó a las puertas de aparecer aquí pero esta vez no ha habido discusión alguna para dejarlo fuera. Con 129 recepciones y 1698yds ha sido el receptor más productivo y consistente. Su "peor día" fueron 7 recepciones para 72 yardas y un touchdown contra Kansas City. Estuve muy tentado de acompañar a Brown con el novato Odell Beckham Jr. (Giants), imparable en los doce partidos que disputó; pero al final por la mínima me decanté por Nelson que fue una amenaza de big-play cada semana. Su combinación con Rodgers "tras play-action" hizo temblar a los coordinadores de defensa rivales.

* TE: Rob Gronkoswki (New England): Otra elección incuestionable. Parece mentira que hace poco más de un año se rompiese los ligamentos de una rodilla. El tight end más dominante de la NFL es una navaja suiza en las manos de Tom Brady. Muy eficiente bloqueando, un peligro constante buscando los "seams" y una pesadilla para los oponentes cuando se alinea como wide receiver.

* OT: Joe Thomas (Cleveland) y Andrew Whitworth (Cincinnati): Dos jugadores de la competitiva AFC Norte que fueron el ancla de sus respectivas ofensivas.

* OG: Marshal Yanda (Baltimore) y Zack Martin (Dallas): Yanda ha sido en mi opinión el mejor línea de la temporada brillando en su habitual demarcación de RG como finalmente de tackle derecho cuando la situación lo demandó. Le acompaña el novato Martin que fue un espectáculo todo el año saliendo en pull a bloquear.

* C: Travis Frederick (Dallas): La línea ofensiva de Dallas me pareció un escándalo esta temporada y por ese motivo me decanté por Frederick para que apareciesen aquí dos de sus componentes.
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DEFENSA
* DE: J.J. Watt (Houston) y Cameron Wake (Miami): Sin lugar a dudas Watt es hoy día el mejor defensor de la NFL y que haya restado algunos votos para el MVP a Rodgers indica a las claras el dominio que ejerce sobre toda la liga. Se alinea como tackle o como end, en una 3-4 o en una 4-3, es un muro contra la carrera, un peligro en el pass-rush (20.5 sacks), un motor que no para nunca y además es un enorme profesional con una cabeza muy bien amueblada. Al lado de todo esto Wake puede parecer un don nadie pero ni mucho menos. Es la segunda vez que aparece en mis equipos ideales de final de temporada. Uno de los pass-rushers más difíciles de contener de la competición.

* DT: Ndamukong Suh (Detroit) y Calais Campbell (Arizona): Dos de los jugadores más físicos e intimidantes hoy día y principales bastiones en las campañas de playoffs tanto de los Lions como los Cardinals.

* OLB: Justin Houston (Kansas City) Von Miller (Denver): Junto a Watt ha sido el jugador defensivo con el que más he disfrutado en 2014. Sólo dos quarterbacks de dieciséis escaparon de sus garras (22.0 sacks) pero es que de la misma forma fue igual de contundente contra la carrera. Al igual que Gronk, Miller venía de una operación de ligamentos en su rodilla que no se notó en absoluto una vez que comenzó la temporada regular.

* MLB: Dont´a Hightower (New England): Casi todos los años entra en mis equipos un jugador que a principios de liga no contaba con él para llegar hasta aquí y éste es el caso de Hightower. Una vez que se lesionó Jerod Mayo saltaron muchas dudas sobre la defensa de New England por su pérdida de liderazgo y producción, pero entre Jamie Collins y él hicieron parecer que su ausencia fuera intrascendente. Típico de los Patriots. 

* CB: Darrelle Revis (New England) y Vontae Davis (Indianapolis): Es la cuarta vez, en tres equipos diferentes, que nomino a Revis como uno de mis cornerbacks. Los 12$ millones que han pagado los Pats por él no han podido estar mejor gastados. Una lapa en cobertura y un buen placador que además no necesita ni presumir de ello ni encararse con el público rival (no sé si me seguís...) Un placer de jugador. En sus cinco primeros años en la liga Davis había mostrado maneras de gran jugador pero nunca lo había puesto todo junto una temporada completa. Este año ha confirmado las mejores previsiones con una actuación sobresaliente de principio a fin.

* S: Antoine Bethea (San Francisco) y Kam Chancellor (Seattle): los niners parece que no tienen problema para encontrar safeties que produzcan en su sistema. En apenas dos años han cambiado dos Pro Bowlers (Whitner y Goldson) por otros dos diferentes (Bethea y Eric Reid). Es casi obligatorio que un equipo ideal defensivo incluya al menos un miembro de la "Legion of Boom", extendiendo el término a la globalidad de la defensa de Seattle. Chancellor es en la secundaria lo que Watt o Suh en la línea, un intimidador de esos que necesita toda unidad defensiva.

Así cerramos otra temporada más de la NFL. Es la decimotercera consecutiva que publicamos estos equipos, primero en la extinta "Pobladores NFL" y ahora en este blog. Seguro que otros muchos jugadores son merecedores de estar aquí pero al final has de seleccionar y valorar en base a lo que has visto. Esta campaña hemos superado los 100 partidos presenciados, cantidad que considero suficiente para darle valor a estos equipos ideales que como cada año han sido pensados a conciencia y decididos hasta el día de la Super Bowl.

lunes, 2 de febrero de 2015

SUPER BOWL XLIX: El triunfo de la fe

MVP Tom Brady
24-14 abajo con un cuarto sólo por jugar y ante la mejor defensa de la NFL contra el pase cualquier equipo habría sucumbido ante la presión o se habría agobiado pensando en la cantidad de acciones consecutivas que tenían que hacer bien para remontar el partido. No estos New England Patriots. Jugada a jugada, sin pensar en lo que venía después, los hombres de Bill Belichick confiaron los unos en los otros, en la clásica filosofía del head coach del "do your job" y poco a poco fueron comiéndole terreno a su oponente.

Tom Brady disipó las dudas que pudieran quedar sobre si es el mejor quarterback de su generación con dos drives magistrales que culminaron en sendos touchdowns. New England había movido bien el balón mezclando pases rápidos a la zona central del campo en rutas cruzadas con las carreras de potencia de LeGarrette Blount durante una primera mitad en la que pese a dominar a Seattle no se fueron por delante en el marcador. Cuando los Seahawks tomaron el control del encuentro en el tercer cuarto, Brady y los Patriots sabían que no había tiempo para seguir con esa estrategia. Había que lanzar en cada down ante un equipo que triunfa en esos precisos momentos, y había que lanzar de forma metódica porque New England no cuenta con una amenaza seria en el juego profundo. Demasiadas cosas para cualquier equipo y cualquier quarterback.

Pero es obvio que Brady no es un QB del montón ni que los Patriots han llegado a seis Super Bowls y otras tres finales de conferencia en catorce años por nada. Su victoria es el triunfo de la fe y pese a ser la cuarta en la historia de la franquicia tiene un sabor casi tan especial como la primera. Tras varias decepciones y derrotas cuando ya saboreaban las mieles del triunfo New England casi había olvidado lo que era sentirse campeón de la NFL. Así lo reflejó el propietario Robert Kraft cuando recogió el trofeo, al tiempo que repetía a conciencia una frase que se convirtió en histórica al término de la Super Bowl XXXVI, la primera de los Patriots: "Todos nosotros somos patriotas. Y hoy los Patriotas son los campeones". Mucho ha cambiado en EEUU y en la NFL desde entonces, pero una cosa ha permanecido inalterable, el equipo de New England luchando por la Super Bowl en los playoffs.

El estoico Bill Belichick, tan poco dado a los elogios gratuitos, declaró manifiestamente a sus jugadores un "I love you all" en la misma ceremonia de entrega del Trofeo Lombardi. El head coach ha pasado por cantidad de vicisitudes desde su última victoria en la Super Bowl hace ya diez años: la muerte de su padre y mentor, Steve Belichick, el divorcio de su mujer, el asunto del "Spygate" y justo antes de esta final, el polémico "Deflategate". Demasiadas cosas para que la emoción no le desbordara aunque fuera sólo por unos pocos segundos.

La victoria de los Patriots, cosechada de forma tan heroica a la par que agónica, se recordará más si cabe por la magnitud del oponente. Seattle demostró una vez más porque es el equipo más duro de la NFL hoy día. No hay nada que les aplaque, ni su por momentos mal juego ni la brillantez del rival. No les importa la distancia en el marcador o en el liderato de su división (durante la liga regular llegaron a ir tres partidos por detrás de Arizona en la NFC Oeste), siempre luchan con la convicción de que encontrarán la recompensa al final.

Chris Matthews, por momentos David Tyree II
Los Seahawks volvieron a abrir el choque de forma muy dubitativa en ataque (22 yardas y cero pases completados en los tres primeros drives), pero una vez que Russell Wilson descubrió la conexión que podía explotar con el desconocido Chris Matthews, Seattle se metió en el partido de forma implacable. Una vez que huelen la sangre se convierten en auténticos depredadores y no hay nadie que les pueda detener. Cuando Brady y un bravo Julian Edelman le dieron la vuelta al marcador a falta de 2:02 para la conclusión todos sabíamos que los Seahawks estaban lejos de tirar la toalla. Muy al estilo de ellos, de una forma o de otra se plantaron en la yarda uno de su oponente. Un touchdown les daba su segunda Super Bowl consecutiva. El reloj fue corriendo y los segundos iban cayendo como si los dos equipos no se jugaran nada en el envite. Los nervios le jugaron entonces una mala pasada a Pete Carroll que permitió una jugada de pase que jamás debió producirse. Como decía Marty Schottenheimer: "cuando lanzas pueden pasar tres cosas, y dos de ellas son malas". A los Seahawks le tocó la peor. Otro actor secundario, de esos que apenas aspiran a ser figurantes, Malcolm Butler, se convertía en el héroe de Foxboro con una intercepción para la historia.

Digno final para una memorable Super Bowl entre los dos mejores equipos de la NFL en la actualidad. No todos los años se cruzan en el camino del Lombardi dos franquicias que aspiran a ser dinastías. Seattle está en el buen camino si mantienen la cabeza centrada (algo que anoche no se vio precisamente con varias demostraciones de poca deportividad o profesionalidad). New England hace tiempo que ya lo es y este triunfo no es más que la coronación de un trabajo de muchos muchos años.

Enhorabuena a los Seahawks pese al resultado final. Enhorabuena a los Patriots por tan grande victoria. Y sobre todo enhorabuena al football por el espectáculo. Nos lo merecíamos todos los aficionados después de un año con tantos palos y polémicas dentro y fuera de los terrenos de juego.
La jugada decisiva de la Super Bowl XLIX, Malcolm Butler con la intercepción.