martes, 26 de septiembre de 2017

¿QUÉ PASA CON CAM NEWTON?



"No existe". Esto lo escribí en twitter, el pasado domingo, refiriéndome a la precisión de Cam Newton. Exactamente, mi tweet decía: "El accuracy (precisión) de Newton no existe". Esa era mi aportación final a lo que estaba viendo en la merecida derrota de los Panthers ante los Saints.

Mucho se ha criticado los pobres porcentajes que ha tenido Newton a lo largo de su carrera. Desde que entró en la liga, rara es la vez que ha superado el 60% en porcentaje de pases completados, y eso es algo tangible, algo que no se puede rebatir en términos estadísticos. Pero la NFL va mucho más allá de las estadísticas. En esta liga se hacen estadísticas de cualquier cosa. Todo está medido, cuantificado y calificado con números, se puede saber casi cualquier porcentaje de cualquier situación que os podáis imaginar. A mí no me gusta. Quizás porque he sido jugador profesional, y lo he visto con mis propios ojos, sé que hay lugares donde la estadística no llega. Ni siquiera se acerca. ¿Sabéis cual fue el porcentaje de pases completados de Cam Newton el domingo? Un 65'4%, mucho más alto que el promedio de toda su carrera. Con esto, no me equivoco si os digo que fue uno de los tres peores partidos desde que entró en la liga.

Para preparar mi juicio a Cam Newton, tengo que exponer todos los puntos de vista y todas las situaciones que le rodean. Vamos a ir paso por paso, sin dejarme nada en el tintero.

EL STAFF TÉCNICO

"La única diferencia entre Ron Rivera y Jeff Fisher es Cam Newton y Luke Kuechly". Esta afirmación la leí ayer en Twitter, y no puedo estar más de acuerdo con el autor. Es lamentable, por decirlo de una manera suave, lo que está haciendo Rivera desde que el equipo cayó en la Superbowl de hace dos años.

Es notoria la falta de game plan en bastantes partidos, pero lo del domingo clama al cielo. Si los Saints soñaban con un partido que les viniese bien en defensa, fue el que perpetraron Shula y Rivera. Demencial el manejo de las situaciones ofensivas con un ataque ya de por sí muy estancado.

Se alabó el primer drive donde pudimos ver screens, jet sweeps o triple options. Y puedo estar de acuerdo, pero este tipo de juego es insostenible durante todo un partido, y sacar estos recursos, en el primer drive del encuentro, deja clara dos cosas: no hay confianza en tu quarterback para lanzar y tampoco la hay en tu línea ofensiva, ya que propones soltar el balón rápido para poder mover las cadenas. Me paro en este segundo punto.

En 2016, las críticas al juego de Cam Newton me parecieron excesivas. Es cierto que no jugó a su nivel, pero si ponemos en perspectiva todo el conjunto, vemos que tenía pocas probabilidades de éxito. El rendimiento de los receptores fue dramático, la línea ofensiva hizo el ridículo domingo tras domingo y la defensa fue un auténtico coladero los tres primeros meses. En estas circunstancias, y con Newton pensando más en las faltas que no le pitaban que en anotar, todo el ataque se cayó por completo.

La llegada de McCaffrey, y la de Curtis Samuel, parecía un bálsamo y una adquisición básica para un juego de ataque falto de playmakers. Estos dos jugadores estarían involucrados en un juego más cercano a la línea de scrimmage, dándole un pase más sencillo y rápido al quarterback, y proveerían al equipo de yardas after catch, algo que casi no ha existido desde que está Newton en la franquicia. Shula ha cogido esto y lo ha convertido en una obligatoriedad para su quarterback. No veo mal que se utilice al rookie, pero si esto significa minimizar la amenaza profunda que conlleva el brazo de Newton e infrautilizar a Stewart en el juego terrestre, me parece un error. Uno muy gordo. En Carolina han pasado de solo buscar balones a 30 yardas, a no lanzar ninguno. No hay término medio aquí, y esto está influyendo en el equilibrio del juego ofensivo.

Los Saints, hasta el domingo, eran el equipo que más yardas recibía por aire. La secundaria, y los linebackers, sufrían muchísimo en la zona de 15/20 yardas. Shula, con el beneplácito de Rivera, se dedicó mandar rutas slants, screens y checkdowns para los runing backs (todo a la cara de los linebackers, en vez de buscar su espalda ), especialmente si era McCaffrey quien salía desde el backfield. Lo siento, pero esto es no saber contra quien juegas. Es, en definitiva, vergonzoso.

Es cierto que la línea ofensiva sigue dando pena (no voy a entrar en el rendimiento de Matt Kalil porque esto era sabido desde el día que se supo su fichaje), pero hay maneras de procurar una mejor protección a tu quarterback si quieres aprovechar una de las mejores virtudes de éste. En el único drive donde anotaron un touchdown, pudimos ver cómo el tight end se quedaba a bloquear, o cómo los runing backs hacían un pequeño check antes de salir en ruta. Hay que involucrar a más gente en la protección de pase y dejar que McCaffrey aproveche su route running saliendo desde el slot, no únicamente saliendo desde el backfield.


En el vídeo de arriba, vemos el uso de Funchess para jugar contra defensas zonales y cómo McCaffrey, con un double move, es capaz de ganar su 1x1 en una situación individual. Balones largos, profundos, donde Newton demuestra buena movilidad dentro del pocket y donde saca su brazo a pasear. El snap del touchdown, es una zone read en la que el quarterback se queda el balón para correr él y anotar. Y aquí quiero hacer una parada importante.

¿Qué es eso de limitar las carreras de Newton? ¿Para qué quieres a un quarterback de estas características, si le vas a quitar la mitad de su peligrosidad?
Es cierto que va a recibir castigo físico pero, ¿no lo recibe ya detrás de una línea mal entrenada y que no sabe bloquear en sus tackles?

Quitarle snaps terrestres a Cam, con unos receptores sospechosos en su route running (solo hay que ver la pobre slant que juega Funchess en la primera intercepción), es limitar tu ataque y hacerlo previsible, algo que es mortal en la NFL. Ojo, no quiero decir con esto que tenga que hacer 15 carreras por partido, pero hay que involucrarlo en esas power QB read, en las buck sweep y en las boot action, porque, si tu línea es tan mala, ¿por qué no mandas roll-outs o boot actions para mover el pocket y que no tenga que aguantar tanto tiempo dentro a que algún receptor esté abierto? Hay cosas inexplicables en este staff técnico.

EL PROPIO CAM NEWTON

Después de todo esto, no quiero que se olviden de esto: "la precisión de newton no existe".

La operación de hombro a la que fue sometido, en el mes de marzo, tiene sus consecuencias. Aquí tenemos otro horrible manejo de las situaciones deportivas por parte de Ron Rivera. El entrenador en jefe no fue capaz de imponerse a la decisión de su jugador y sentarlo al final del curso pasado, así que una cosa que podía haber estado resuelta en julio, te lleva a empezar la temporada con tu quarterback renqueante y con cero rodaje.

Es evidente que el hombro de Newton no está al 100%. No hablo de lesión curada, estoy convencido que no hay dolor, pero Cam Newton está oxidado y sin confianza. ¿Cómo no lo va a estar si no ha entrenado a penas y no ha lanzado las veces suficientes para entrar en dinámica?


Los vídeos hablan por sí solos. Con receptores abiertos y en pases que él domina a la perfección, lanza auténticas mandarinas. Se nota claramente la falta de precisión en muchísimos envíos, ya sean largos o cortos. La fuerza está ahí, pero su release está en proceso de recuperación y su precisión ha caído en picado. Esto solo se resuelve con repeticiones en los entrenamientos y en los partidos. No queda otra.

Aquí, también echo la culpa al jugador. Él, mejor que nadie, sabe que no está fino y en las mejores condiciones para salir al campo. Él, siendo uno de los jugadores más importantes del equipo, debe tener la capacidad de autocrítica para decirle a su entrenador que debe trabajar aún más para poder ayudar al equipo, porque, ahora, no lo está haciendo y, lo peor, es que está creando dudas a su alrededor. Peligroso.


Pero lo que más preocupa, después de ver su actuación del domingo, es el problema de lecturas que está teniendo. Sin Olsen, su primera válvula de escape, y sin Benjamin, la segunda, tuvo errores garrafales en jugadas importantes. Esa obsesión por buscar a McCaffrey, o por solo tener ojos para la zona media/corta, empieza a ser un lastre.


Aquí tenemos la segunda intercepción de la tarde. Los Saints dibujan una defensa con Vaccaro patrullando la zona media y con el cornerback rotando a la zona profunda. Los Panthers mandan varias rutas cruzadas, en distintos niveles, dando a Cam Newton las opciones necesarias para buscar al receptor que consiga ganar separación en tráfico. Vaccaro lee los ojos del quarterback, quien solo tiene una lectura en mente, la dig-in de Funchess. No es capaz de ver la shallow cross del slot, el cual se encuentra totalmente abierto y con muchas posibilidades de poder conseguir el primer down. Es un error de bulto.


En la última intercepción, vemos otra pobre lectura y la obsesión por buscar al joven runing back en vez de a otro receptor abierto. Defensa Cover-1 individual en los Saints, con AJ Klein ejerciendo de spy sobre Newton y amenazando el blitz desde la línea de scrimmage. Cuando Cam recibe el snap, tiene a Shepard corriendo una shallow cross (misma situación que la anterior) para ganar ese primer down. Sin embargo, el quarterback espera que McCaffrey juegue su angle route para atacar al linebacker. A su vez, vemos como Klein está, constantemente, leyendo los ojos de Cam y buscando la línea de pase para estorbar el lanzamiento. Aunque el runing back está ligeramente abierto, el pase no es bueno y el envío acaba en las manos de Williams.

Si no estás bien para lanzar y tus lecturas pre y post snap fallan, el resultado va a ser muy negativo para tu equipo. Esto es algo que Cam debe mejorar si quiere seguir siendo un quarterback estrella y aspirar a jugar otra Superbowl. Hay un momento en que tu talento físico tiene que adaptarse a tu talento táctico. Si Cam descuida esto, y no lo trabaja adecuadamente, poco a poco irá convirtiéndose en un peor jugador.

No estoy de acuerdo en esos que dicen que Cam Newton no es un pocket passer. Es posible que no sea el pocket passer tradicional de los de toda la vida, ya que tiene la posibilidad de jugar otras opciones dado su físico, pero sé (porque lo he visto) que sí puede hacer esa función a un alto nivel. Lo que no es, y no va a ser nunca, es un game manager. Pretender atar en corto a Newton es tirarse piedras sobre tu propio tejado. Shula y Rivera es lo que pretenden, y eso les va a llevar a la catástrofe.

Cam Newton, ahora mismo, no está bien, ni a gusto, con su brazo (o mejor dicho, con su hombro), pero no tiene que dejar de hacer su juego. Hay que volver a soltar las riendas del que fuera, hace dos años, MVP más que merecido de la liga. Hay que dejarle correr, hay que dejarle lanzar en largo, pero también hay que protegerlo de los golpes. No minimizando sus carreras, si no poniendo a más hombres, si hace falta, bloqueando en la línea en protección de pase.

Y sigan buscando a McCaffrey, pero sin perjudicar a Stewart por tierra y sin obsesionar a Newton con fijar sus ojos en él. Shula tenía la misión de hacer ese ataque imprevisible, pero está logrando todo lo contrario. Me queda poca confianza en su trabajo, aunque es posible que rectifique.

Sin embargo, en Ron Rivera no tengo ninguna. Él es la rémora de este equipo. Ha demostrado ser un cobarde muchas veces y en los malos momentos, esta cobardía, se acentúa más (el 4th&5 del otro día, y su respuesta en la rueda de prensa, es para haberlo fulminado allí mismo). Mal entrenador, malas decisiones y un señor que está viviendo de la calidad de sus jugadores y de haber tenido a un pedazo de coordinador defensivo en Sean McDermott. No me gusta ser tan duro, pero todo tiene un límite.

En estos momentos, la precisión de Newton no existe y usted no va a resolver nada, así que: "fuera de este equipo, señor Rivera, es usted un fraude".

Rubén Ibeas
@rubenibg

martes, 19 de septiembre de 2017

LA SOLUCIÓN DE ELWAY




Cuando la temporada del anillo acabó, John Elway estaba sin quarterback. Peyton Manning había decidido retirarse y su suplente, Brock Osweiller, no había querido firmar la renovación con la franquicia. Elway hizo todo lo que pudo para retenerlo, pero el espacio salarial no le dio para más. Y tuvieron suerte en este aspecto.
Como consecuencia, Elway drafteó, en primera ronda, a Paxton Lynch, el hombre que debería liderar la ofensiva de un equipo eminentemente defensivo. El ex de la Universidad de Memphis venía con buen cartel, todos decían que tenía talento, pero que aún estaba verde y que necesitaban trabajar con él. Era una apuesta de futuro.

Para esa transición, se pensó en Kaepernick y se acabó firmando a Mark Sanchez, el cual fue cortado antes de empezar la temporada, ya que el quarterback titular, y jugador puente hasta que Lynch estuviese preparado, no iba a ser ningún veterano. El chico que iba a coger las riendas del campeón era Trevor Siemian, una séptima ronda de 2015 y gran desconocido para el público en general.

Siemian tuvo un primer año como titular con muchas dudas. Alternaba una buena actuación con partidos en los que su equipo no era capaz de asentar una ofensiva que, en realidad, tenía problemas en varias unidades. Su línea ofensiva se caía por momentos, los tight ends no existían y el juego de carrera echaba en falta a su mejor jugador. CJ Anderson era lastrado por las lesiones y solo pudo jugar siete encuentros en toda la temporada y su suplente, el rookie Devontae Booker, no era lo que ellos esperaban. La temporada acabó con el equipo fuera de playoffs y con Elway buscando una solución al puesto de quarterback.

La solución a este problema no fue Paxton Lynch, ni fue el intento de fichaje de Tony Romo, ni la búsqueda desesperada en el draft o en la Agencia Libre de otro pasador. Ni siquiera ha sido la vuelta a la titularidad de Siemian. La solución ha sido montar un juego de carrera sólido, construir una línea ofensiva que le dé un mínimo de tiempo para lanzar a su quarterback y la resurrección del que fuera un wide receiver estelar de la liga, Demaryius Thomas. Pero, por encima de todo esto, el acierto de Elway ha sido la contratación de Mike McCoy como coordinador ofensivo. El ex entrenador de los Chargers tiene claro que su equipo debe correr, y a fe que lo están consiguiendo.

CJ Anderson está físicamente como nunca y, además, se ha encontrado con un suplente que le da snaps de calidad a la ofensiva cuando el titular tiene que descansar. El otrora enemigo número uno de los Broncos, Jamaal Charles, tiene gasolina en el tanque para un último baile. Está teniendo pocos snaps, pero los aprovecha para sacar rendimiento a su excepcional manejo de las carreras zonales por el exterior. Sin embargo, el hombre estrella de este ataque es Anderson. Su inicio de campaña está siendo fabuloso. Da igual que sean situaciones zonales o de power run. Anderson ha recuperado esa explosividad, balance, lectura y equilibrio que hacían de él un running back peligrosísimo.





En esta split zone, vemos como Anderson ejecuta un fantástico cutback leyendo donde está el linebacker que cierra el gap interior y donde está la ventaja para correr. Una vez que ha cruzado la línea de scrimmage, Anderson juega un juke move para evitar el tackle del defensive back que salta como run support. Además de lectura de gaps, el running back muestra una gran explosividad en sus cortes y una endiablada velocidad.

El juego de carrera es el mejor amigo para una defensa élite como es la de los Broncos. Cuando tu defensa es capaz de hacerte ganar partidos, tienes que intentar tenerla descansando en el banco, y eso solo se consigue dominando la posesión de balón. En 2016, Denver acabó el 27º en tiempo de posesión de balón con menos de 29 minutos por partido. En este 2017, están promediando más de 34 minutos de partido con el balón en sus manos, así que lo están consiguiendo, y su defensa está fresca para darle la puntilla al rival.

No os voy a mentir y voy a ser sincero, ya que no me esperaba a unos Broncos tan sobrios en estos dos primeros encuentros. El equipo de Vance Joseph ha demostrado una competitividad y sobriedad enormes. Y esto solo se consigue desde las trincheras. Su línea ofensiva encontró a su futuro left tackle en el pasado draft. Garrett Bolles se ganó el puesto en el training camp y solamente una maldita lesión ha evitado una progresión vital para su equipo. Veremos cómo afecta esto al ataque de Broncos, porque es una baja importante para ellos.





Aquí tenemos una situación de power run, más en concreto, una one-back power. En ella, vemos el pull del left guard para jugar el bloqueo al primer hombre que aparece en el exterior para frenar la carrera. Anderson sigue este lead block y, cuando parece que no hay salida, aguanta los intentos de tackle bajando el centro de gravedad y siendo muy agresivo. Si antes nos enseñaba su explosividad, ahora nos deja otras virtudes como son el balance y la potencia. Es más, en situaciones fuera del backfield, CJ Anderson está siendo un quebradero de cabeza dado su potencia y su facilidad para romper tackles. Las screens, o los mismatch contra los linebackers, se vuelven muy peligrosos para las defensas.


Pero no solo viven del juego de carrera. Dos veteranos como Sanders y Thomas están siendo fundamentales en el juego aéreo de los de Denver. Una vez establecido el juego de carrera con Anderson y Charles, los receptores empiezan a ser protagonistas convirtiendo primeros downs. Sanders sigue mostrando esa "elusividad" de la que siempre ha hecho gala para ganar yardas after catch


En estos dos primeros partidos, hemos visto muchas situaciones de pases rápidos y lecturas sencillas para Trevor Siemian. Las rutas outs o comebacks, le permiten tener poco tiempo el balón en las manos al quarterback y el físico de Demaryius le facilita el objetivo al que lanzar. Thomas ha mejorado las manos después de un par de años en los que dejó caer más pases de lo normal. Ahora, se ve un Thomas más rápido, más fuerte y más seguro en las recepciones.





Aquí tenemos una situación de tercer down corto, resuelto con un pase. Las RPO (run-pass option) son muy útiles para atacar por aire cuando tu equipo tiene un buen juego de carrera. Son decisiones rápidas por parte del quarterback, en las que tiene que leer el movimiento de la defensa para actuar en consecuencia. En este vídeo, tenemos una ruta slant por parte de Thomas, su release es muy bueno y consigue poner su cuerpo entre el defensor y el pasador. Siemian lee la arrancada de los linebackers al fake hand-off, y el agujero que queda a sus espaldas, para poner un buen balón en las manos del receptor y conseguir el primer down, pudiendo seguir moviendo las cadenas.

Porque, sí, Siemian está jugando bien. Cierto que su juego terrestre es bueno, que su línea le ha aguantado más o menos bien hasta ahora (el lado derecho con Menelik parece la zona más débil) y que sus receptores están muy finos, pero él está jugando un gran football.

Muy seguro en el pocket, con lecturas claras y con pases precisos (vean el lanzamiento a Sanders en el primer touchdown frente a los Cowboys), y con un manejo de los terceros downs muy eficaz. Siemian se encuentra a gusto y está demostrando que tiene sitio en la liga como quarterback titular.





En este vídeo vemos cómo lee lo que la defensa está proponiendo. Sabe que viene un blitz, dado que tiene a los dos linebackers amenazándole desde el gap A, y manda la protección correcta a su línea y a su running back para que le den el tiempo necesario y así buscar la zona débil de la defensa. Una vez que recibe el snap, espera lo suficiente para que Thomas desarrolle su ruta, porque sabe que es la situación correcta, y suelta el balón a su debido tiempo para volver a ganar un primer down.

Además, Vance Joseph y Mike McCoy no están poniendo al chico en situaciones peligrosas. En red zone, cuando el campo más se reduce, usan mucho, y muy bien, las boot action o las seams. En las boot action, Siemian se desenvuelve realmente bien. En el vídeo de abajo podemos ver como, saliendo del pocket, tiene un objetivo mucho más claro. En este caso, Sanders juega una pivot route para librarse de su hombre y estar completamente abierto. Más tarde, en el touchdown de Green, vimos una swap boot con la que Broncos cerraba el partido.





Es pronto y queda toda la temporada por delante, pero los Denver Broncos nos han dejado claro que tienen un plan para que su defensa siga siendo la estrella de esta franquicia. Su ataque les permite brillar y no son una rémora como lo fue el año pasado o, incluso, el año en el que fueron campeones.

Elway, y McCoy, han encontrado la solución al problema del quarterback con el juego de carrera, con la línea ofensiva y con el gran desempeño de los receptores, pero también parecen haber encontrado ese pasador que permite encajar todo lo demás. No es un primera ronda, ni un quarterback de renombre con experiencia dilatada en la liga. Siemian no es la estrella de los BroncosSiemian es, simplemente, el jugador que necesitan que sea.

martes, 12 de septiembre de 2017

JIM SCHWARTZ NO HACE PRISIONEROS



El blitz.

Esa acción en el emparrillado que no deja indiferente a nadie. Si sale bien, el coordinador defensivo es un genio. Si sale mal, es un loco. A mi, personalmente, me gustan las defensas agresivas, esas defensas que "no se defienden del ataque", sino que lo atacan. Ir a por el quarterback rival sin miedo al pase largo. Esto es lo que hicieron los Philadelphia Eagles en su enfrentamiento contra los Washington Redskins. Esto es lo que Jim Schwartz empleó para detener a un ataque muy explosivo en el juego aéreo.

Jim Schwartz tiene un bajage amplio y reconocido en la liga. Sus equipos siempre han defendido bien y su wide-9, en la línea defensiva, es todo un clásico. Sus defensas siempre han destacado por ser capaces de crear presión sólo con los cuatro hombres de la vanguardia. Cuatro al rush y siete en cobertura, ese es su mantra. O lo era.

Llegó al cargo de coordinador defensivo en 2001 con los Titans y allí estuvo hasta 2008. En 2009 dio el salto a head coach y aceptó la oferta de los Lions para hacerse con los mandos del equipo. Ese front defensivo en Detroit fue uno de los más poderosos que se recuerda en los últimos años, sin embargo, no terminó de obtener los resultados que se esperaban. En 2014, dejó la franquicia del león y volvió a aceptar el control de una defensa, pero esta vez como coordinador defensivo de los Bills. Y otra vez volvió a demostrar su habilidad para crear una defensa sobria.

Desde el año pasado, se ha hecho cargo de los Eagles en su parcela defensiva. Con Doug Pederson dirigiendo el equipo en ataque y con Schwartz con plenos poderes en defensa, estamos ante unos Eagles muy competitivos y que pueden dar una grata sorpresa a sus seguidores este año. Y, en la parte defensiva, van a disfrutar con un Schwartz algo diferente a lo que habíamos visto antes.

En 2016, los Eagles fueron uno de los equipos que menos blitzes utilizó para presionar al quarterback. Con los cuatro hombres de la línea defensiva (Graham, Cox, Logan y Barwin), a principio de curso, les valía para poner en aprietos al pasador que tenían enfrente. El 79'3% de las veces que jugaron pass-rush, los Eagles fueron solo con los cuatro hombres de la línea. Sin embargo, y a pesar de contar con una unidad de linebackers con capacidad para ello, no terminaba de atreverse a dar el pequeño gran paso de ser más agresivo, tal vez por la poca confianza que tenía en una secundaria que sufría en situaciones individuales. Una vez acabada la temporada, Logan y Barwin abandonaban la disciplina del equipo, pero llegaban otros tres hombres importantes para esa línea: Timmy Jernigan y Chris Long en la agencia libre y Derek Barnett en el draft.

Esta pre-temporada, y con la llegada de Ronald Darby, vimos a unos Eagles mucho más agresivos jugando el blitz. Darby es un cornerback que te permitir arriesgar porque puede solventar la papeleta en defensas individuales, así que Jim Schwartz lo tuvo claro desde el principio: el blitz como forma de vida en situaciones concretas, y estas situaciones fueron los terceros downs del partido en Washington.

El domingo vimos a unos Eagles super agresivos en terceros downs. Cuando Cousins estaba obligado a lanzar para poder seguir con la posesión del balón, Schwartz mandaba hasta seis o siete jugadores a la caza. La linea ofensiva se vio superada por los diferentes fronts y por las rotaciones pre-snap de la secundaria y cuerpo de linebackers.


Primera situación en 3rd&6. Schwartz muestra cuatro hombres en la DL, Bradham y Hicks en el medio y cinco hombres de la secundaria. Los blitzes llegan desde el lado ciego del quarterback, por parte del nickel (Patrick Robinson) y por Hicks, mientras que en el close side, vemos como Graham sale de la línea para caer en cobertura y es Fletcher Cox quien juega el rush exterior. Esto crea desconcierto entre el right tackle y el right guard de la línea ofensiva, dejando un camino libre a Cox para forzar el fumble. Son cinco hombres los que entran al pass-rush y seis los que caen en cobertura, siendo Graham el robber de esta Cover-1 Pressure. El resto de jugadores estará en defensa individual, con un safety profundo guardando las espaldas de todos ellos.

Pero hubo más, muchas más maneras de atacar a Cousins. Otro ejemplo, esta vez de Cover-0 Pressure, la tenemos en el siguiente vídeo.


En esta situación, otro tercer down, vemos como el free safety va bajando a la caja antes de que se inicie el snap. Una vez que el balón sale del center, son siete hombres los que entran al rush. El FS se queda con la salida de un jugador del backfield y aunque no hay nadie defendiendo la zona profunda, la presión que le llega a Cousins hace que el pase no pueda ser ejecutado de la forma correcta.

Este tipo de defensas tan agresivas provocan el desconcierto en la línea ofensiva y en las lecturas pre-snap del quarterback. Tener jugadores rondando la línea de scrimmage, ver a safeties que suben y bajan antes del snap, cornerbacks que van dando pases laterales mientras otro defensive back se coloca justo detrás, etc, todo esto son señales que el quarteback va leyendo y que debe reconocer para atacar la debilidad de la defensa. En este caso, Jim Schwartz se dedicó a alinear a su secundaria en hombre a hombre, permitiendo ser muy físicos contra los receptores, lo que hace que el quarterback no tenga un objetivo claro de pase antes de que le llegue la defensa.


En el vídeo de arriba, los Redskins se enfrentan a un 3rd&11, un down largo. Esto obliga al ataque a correr rutas que requieren cierto tiempo para poder conseguir el primer down, por lo que Cousins necesita un segundo extra para poder lanzar. Schwartz le quita ese tiempo volviendo a mandar a dos hombres en blitz. Podemos ver como el close side del ataque, lado izquierdo de la defensa, muestra hasta cuatro hombres amenazando el rush (Malcom Jenkins y Bradham, además de los dos DLs). Sin embargo, uno de esos cuatro caerá en individual con el tight end y será el linebacker del medio quien presionará al quarterback. El runningback y la línea rotan hacia ese lado sobrecargado de jugadores para bloquear, pero el esquema de blitzes de Schwartz deja a Jordan Hicks el camino libre para conseguir el sack.

En este partido, quitando el último drive, donde la defensa dio un pasito atrás, Schwartz mandó un 32'5% de las veces a más de cuatro jugadores al rush cuando su equipo jugó frente al juego aéreo. La subida en el porcentaje es bastante evidente respecto al año pasado y, aunque Darby cayó lesionado, el coordinador ofensivo no modificó su gameplan, demostrando así tener confianza en el resto de cornerbacks. Por lo menos de momento.

De hecho, en una de las jugadas que decidieron el partido, si no la más decisiva, los Eagles jugaron un blitz de siete hombres para parar al ataque. Los Redskins llegaban hasta la yarda 19 del equipo visitante y, después de los dos primeros downs, la situación para el ataque era de 3rd&6. Esto es lo que ocurrió:


Una vez más, la secundaria juega en individual, en Cover-0 Pressure y deja su zona profunda sin la protección de un safety. Nigel Bradham, Jordan Hicks y Malcom Jenkins son los tres hombres que juegan el blitz. Cousins vuelve a ver como su línea confunde bloqueos y como la defensa le colapsa el pocket. El lanzamiento es alto y acaba en las manos de Jalen Mills, dejando a su equipo sin recibir ni un solo punto en ese drive.

Este game plan se resume en la estadística final de Kirk Cousins en terceros downs: 4/9 en pases, una intercepción, un sack y un fumble, para un rating de 18'1. Misión cumplida.

Jim Schwartz es uno de mis coordinadores preferidos, siempre lo ha sido. Su trabajo con los fronts suele ser muy bueno allá por donde va y, si tiene mimbres, como es el caso de estos Philadelphia Eagles, no me cabe duda que su defensa va a dominar partidos y que va a dejar a su ataque en muchas situaciones favorables para liquidar el resultado. Brandon Graham dio un recital en esta primera semana (4 tackles, 3'5 tackles para pérdida de yardas, 2 sacks, 2 quarterback hits y un fumble forzado), Cox retornó para touchdown un strip sack junto a Graham, junto a otro fumble, más y Jernigan consiguió un sack y 1'5 tackles para pérdida de yardas. Es decir, esta línea va a ser muy peligrosa por sí misma.

Si, además de tener una línea defensiva dominante, Schwartz añade la agresividad que tienen los paquetes de blitzes, esta defensa va a hacer mucho daño a los rivales. Para que esto funcione, su secundaria debe jugar, como mínimo, al nivel que mostró el pasado domingo. Ahí veo la clave de esta manera de jugar y ahí es donde quiero ver el trabajo de Schwartz, porque, de las trincheras, ya se hacen cargo los cuatro de la vanguardia.

Rubén Ibeas
@rubenibg

miércoles, 6 de septiembre de 2017

PREDICCIONES 2017: PREMIOS INDIVIDUALES



El pasado lunes, Marco os dejó sus míticas predicciones que lleva realizando desde que creó la web y yo, hoy, os dejo las mías, pero no de los equipos, si no de los jugadores. Voy a deciros quienes serán los premios individuales cuando la temporada 2017 llegue a su fin. El gafe comienza aquí, amigos. Lo siento por los agraciados.

MVP (Mejor jugador del año)

Aaron Rodgers: El ataque de Green Bay va a funcionar. Aunque la pérdida de TJ Lang vaya a hacer que se sufra al inicio de temporada, esa línea acabará funcionando y, si eso sucede, el mejor jugador de la liga ejercerá como tal. Además, la llegada de Bennett le viene como anillo al dedo para seguir aumentando sus espectaculares cifras de touhdowns y QB rating.
Otros candidatos: Derek Carr y Russell Wilson.

OPOY (Jugador ofensivo del año)

LeVeon Bell: El running back de los Steelers solo necesita un requisito para conseguir este premio, que sea capaz de jugar los 16 partidos de liga regular. Su tendencia a los problemas extra deportivos, o con las lesiones, no le permiten jugar temporadas completas, por lo que es complicado que le den el premio. Si lo consigue, estaremos ante una temporada histórica para él y para la liga.
Otros candidatos: Ezekiel Elliott y Amari Cooper.

DPOY (Jugador defensivo del año)

Earl Thomas: Recuperado de la grave lesión en 2016, parece que Thomas ha regresado mejor que nunca. El front-7 de los Seahawks, tras la llegada de Sheldon Richardson, va a ser capaz de poner en apuros a cualquier quarterback. Esto deja en una situación perfecta al mejor safety de la liga para aprovechar los errores que lleguen desde el pocket. Su lectura del juego, velocidad, dureza en el tackle y rango le hacen ser un muro en la retaguardia.
Otros candidatos: JJ Watt y Joey Bosa.

OROY (Rookie ofensivo del año)

Christian McCaffrey: El running back de Stanford ha maravillado a todo el mundo en los pocos snaps que ha jugado en pre-temporada. Su velocidad en los cortes, su potencia y lectura de la defensa le hacen peligroso en el juego de carrera, pero no lo es menos cuando sale a recibir. Dentro del sistema de Panthers, y con la amenaza de Cam Newton, McCaffrey tiene que darle muchas yardas al equipo de Carolina. 
Otros candidatos: Joe Mixon y Evan Engram.

DROY (Rookie defensivo del año)

Myles Garrett: El número uno del draft está metido en uno de los engranajes defensivos más agresivos de toda la NFL. Gregg Williams sabe como usar al rookie a la perfección. Esa mezcla de explosividad, velocidad, potencia y dureza, convierten a Garrett en uno de los nombres que más van a sonar en la próxima década. Estamos ante una fuerza de la naturaleza que marcará una época.
Otros candidatos: Solomon Thomas y Reuben Foster.

CPOY (Comeback player)

JJ Watt: Si sus problemas de espalda son parte del pasado, y no vuelven, que se aprieten los machos en la Conferencia Americana. Hay gente que va a salir del campo con dolores por todo el cuerpo. En este 2017, vuelve el mejor jugador defensivo del momento. Imparable incluso cuando es bloqueado por dos hombres. Domina cualquier tipo de pass-rush move y tiene un motor incansable. La defensa de Houston era buena sin él, así que con Watt en el campo...pónganse a temblar.
Otros candidatos: Earl Thomas y Rob Gronkowski.

PREMIO BILL BELICHICK (Entrenador del año)

Anthony Lynn: Los Chargers están a muy poquito de ser un equipo importante en la liga. Tienen mucho talento a ambos lados del campo, pero no son capaces de mantenerse sanos. Si lo consiguen, van a ser la sorpresa agradable del 2017 y un rival muy difícil de batir. Lynn comienza su periplo como head coach de los Chargers en una ciudad nueva, algo que no será sencillo. Aun así, tienen la oportunidad de hacer algo grande. 
Otros candidatos: Pete Carroll y Doug Pederson.

Estos han sido los agraciados por mi parte. Cualquier parecido con la realidad será pura y dura casualidad. Disfruten de una nueva temporada del mejor deporte del mundo. Vuelve la NFL.

Rubén Ibeas
@rubenibg

lunes, 4 de septiembre de 2017

PREDICCIONES 2017

AFC ESTE

1. New England Patriots (12-14 victorias): los actuales campeones abren la temporada siendo los máximos favoritos para repetir título, algo que no consigue nadie desde precisamente ellos en las campañas 2003-2004. La baja de Julian Edelman daña al ataque, pero en contrapartida regresa Rob Gronkowski. Salvo inesperado bajón físico de Tom Brady este equipo lo tiene todo para al menos ser un factor clave en postemporada.
2. Miami Dolphins (7-9 victorias): la lesión de Ryan Tannehill provocó que los Dolphins tuvieran que encontrar en las oficinas de la FOX a su quarterback titular. Jay Cutler nunca ha sido el líder que se esperaba al salir de college, pero con Adam Gase completó una de sus mejores temporadas en 2015. Las dudas en Miami son más en defensa, donde está por ver si detendrán mejor la carrera y si su secundaria aguantará.
3. Buffalo Bills (5-7 victorias):  difícil confiar en un equipo que está traspasando y/o cortando cada día a jugadores que se suponían muy importantes. Puede que Sean McDermott tenga un plan y que todos estos movimientos beneficien a la franquicia a largo plazo, pero lo cierto es que a día de hoy un paso atrás es lo que podemos esperar de los Bills.
4. New York Jets (3-5 victorias): los Jets tienen una defensa que bajo los mandos de Todd Bowles debe seguir siendo competitiva. El problema viene cuando uno repasa un ataque que adolece de talento por todos lados. Nueva York va a tener que producir puntos en defensa y equipos especiales para ganar los pocos encuentros que se espera.

AFC NORTE

1. Pittsburgh Steelers (10-12 victorias): la ofensiva de los Steelers da mucho miedo... mientras Ben Roethlisberger se mantenga sano. Eso es algo que tradicionalmente no sucede durante toda la campaña. El potencial está ahí con Le´Veon Bell, Antonio Brown y la vuelta de Martavis Bryant para ser el ataque más explosivo de la NFL. La defensa, en especial la eterna puerta giratoria que es la secundaria, puede lastrar al equipo en los partidos más importantes.
2. Baltimore Ravens (9-11 victorias): es una pena que los Ravens no tengan a día de hoy un juego de carrera consistente porque puede ser lo único que se ponga en el camino de un viaje largo en los playoffs. La defensa tiene pinta de poder ser realmente dominante y no nos olvidemos de Justin Tucker, probablemente el kicker más valioso de la liga.
3. Cincinnati Bengals (6-8 victorias): Cincinnati es uno de esos conjuntos cuyo pronóstico se antoja difícil. Por un lado tienen jugadores de una calidad enorme y seguramente sean una de las pocas franquicias con un plan en caso de lesión del quarterback titular. Sin embargo, la cuestionable renovación de la línea ofensiva y de la defensa me hacen pensar que no llegarán a pelear por un puesto de playoffs.
4. Cleveland Browns (4-6 victorias): tras la complicada primera temporada de Hue Jackson, en la que los Browns estuvieron cerca de acabar el año con cero victorias, hay motivos para pensar que en esta campaña empezarán a pagar dividendos las operaciones del nuevo régimen. La defensa promete ser competitiva bajo los mandos del siempre agresivo Gregg Williams. El ataque puede tener sus altibajos con el rookie DeShone Kizer al frente.

AFC SUR


1. Tennessee Titans (9-11 victorias): en 2016 los Titans resultaron ser una de las sorpresas agradables de la competición alcanzando las nueve victorias. Ése debe ser su suelo para esta campaña con un ataque que se sustenta en su línea ofensiva y una defensa que sin ser excelente debe continuar mejorando.
2. Houston Texans (7-9 victorias): Houston cuenta libra por libra con probablemente la mejor defensa de toda la NFL. Eso es motivo único para pensar que este equipo luchará por ganar la división. La duda como siempre será ver si Bill O´Brien resuelve el problema del quarterback. ¿Cuánta paciencia tendrá con Tom Savage sabiendo que detrás está el primera ronda DeShaun Watson? Mi sensación es que poca.
3. Jacksonville Jaguars (5-7 victorias): los Jaguars iban a ser uno de los equipos revelación el año pasado. Al final lo que se descubrió es que el proyecto tenía unas bases muy poco sólidas. El head coach fue despedido y el quarterback titular está ahora más en la cuerda floja que nunca. La defensa puede ser competitiva y creo mucho en Leonard Fournette, pero este conjunto lleva años diciéndonos que no debemos fiarnos de ellos.
4. Indianapolis Colts (5-7 victorias): qué lejos se ven ahora esas temporadas en las que los Colts iban cada vez avanzando más en los playoffs. Ahora el mero hecho de clasificarse para la postemporada se ve como una quimera. Incluso si Andrew Luck está en condiciones plenas físicas para disputar 10-12 partidos, no veo a este equipo apoyándole lo suficiente para ganar con regularidad.


AFC OESTE

1. Oakland Raiders (9-11 victorias): el año pasado los Raiders retornaron a los playoffs tras trece temporadas de ausencia. El paso en esta campaña debe ser lógicamente ganar al menos un partido de postemporada. Con Derek Carr recuperado de su lesión, Marshawn Lynch en el backfield, un cuerpo de receptores muy completo y una línea ofensiva dominante, el ataque de Oakland cuenta con todas las dimensiones posibles a su disposición. El problema es si miramos a su defensa y concretamente a los linebackers. Ni ellos mismos saben quiénes serán.
2. Los Angeles Chargers (7-9 victorias): los Chargers pueden ser una de las sorpresas positivas de la NFL en 2017 si de una vez por todas les respetan las lesiones. El año pasado esta franquicia perdió partidos imposibles en el último cuarto. El nuevo head coach Anthony Lynn cuenta con dos ex head coaches en Ken Whisenhunt y Gus Bradley para evitar que esto vuelva a suceder.
3. Kansas City Chiefs (7-9 victorias): no sé muy bien si Kansas City quiere reconstruir con Patrick Mahomes como nuevo quarterback franquicia o intentar realizar un último asalto a la Super Bowl con Alex Smith al frente. La ofensiva ha perdido algunas piezas y la defensa sigue avanzando en edad. Puede que éste sea el año en que el equipo retroceda un paso antes de volver más fuerte en futuras temporadas.
4. Denver Broncos (7-9 victorias): con lo que estamos viendo del ataque parece que la defensa de Denver tendrá que seguir siendo estelar para mantener a flote al equipo. El problema es que ya el año pasado se vieron algunas grietas en esa unidad y no parece que se hayan subsanado en la offseason. Difícil poner a los siempre competitivos Broncos en la última posición del grupo, pero eso es lo que puede pasar este año si no llegas al menos al 50% de victorias.

NFC ESTE

1. New York Giants (9-11 victorias): los Giants tienen mimbres para luchar por todo este año, especialmente una defensa que bajo la dirección de Steve Spagnuolo es una de las más variadas de la liga. La incógnita reside en la consistencia del ataque, que lleva lastrado por un mal juego de carrera durante las últimas temporadas. A poco que acompañe este equipo puede ser muy complicado en el mes de enero.
2. Philadelphia Eagles (8-10 victorias): Philadelphia empezó como una moto la pasada campaña antes de volver a la tierra con el paso de las semanas. Los Eagles se han reforzado en puntos clave como el cuerpo de receptores y la secundaria para solventar sus problemas de 2016.
3. Dallas Cowboys (8-10 victorias): a cuatro días de que comience oficialmente la temporada aún no sabemos si Ezekiel Elliott será de la partida o no. Una ausencia de seis partidos lastraría mucho al equipo. No obstante, Dallas tendrá que afrontar las múltiples sanciones en su línea de defensa y su renovación total en la secundaria para repetir todo lo bueno del año pasado.
4. Washington Redskins (6-8 victorias): en los dos años de Jay Gruden al frente Washington se ha mantenido como un equipo notable y ha acabado con récord positivo. No obstante, mis sensaciones son que esa racha se acabará en 2017 pese a que hay talento para luchar por la división.

NFC NORTE

1. Green Bay Packers (10-12 victorias): Green Bay se plantó en la final de conferencia cuando todo parecía indicar el año pasado que ni siquiera llegarían a las ocho victorias. Eso es lo que supone contar con Aaron Rodgers en tu plantilla. A su mejor nivel este equipo puede superar sus eternas deficiencias en la defensa contra el pase y a que no tiene un corredor que libere de toda la presión a su quarterback.
2. Minnesota Vikings (8-10 victorias): si nos olvidamos por un momento de su línea ofensiva esta plantilla tiene mimbres para incluso luchar por una presencia en la Super Bowl. Entonces nos despertamos y recordamos que esa unidad es incapaz de proteger a un quarterback que juega cantidad de dropbacks de tres pasos y que va a obligar a Dalvin Cook a "inventarse" muchas de sus yardas.
3. Detroit Lions (6-8 victorias): espero por ellos estar equivocado pero sigo viendo a los Lions como ese equipo suficientemente bueno para ganar cualquier partido pero con las mismas lagunas que le pueden impedir luchar por cotas más altas. Matthew Stafford puede jugar al nivel de su contrato, pero los Lions necesitan algo más para superar a los Packers en la división.
4. Chicago Bears (5-7 victorias): los Bears retrocedieron en el segundo año de John Fox como head coach del equipo. Ahora un nuevo proyecto se ha abierto con la selección en el draft de Mitchell Trubisky. Chicago tiene piezas para darle algún que otro quebradero de cabeza a sus oponentes, pero su inexperiencia en puestos clave creo que les acabará pesando este año.

NFC SUR

1. Tampa Bay Buccaneers (9-11 victorias): los Buccaneers son un equipo similar a los Titans. Están en el segundo año del head coach y tercero del quarterback franquicia. Jameis Winston tiene a su disposición el mejor plantel que hasta ahora le ha ofrecido Tampa. La defensa fue mejorando conforme progresó la pasada campaña y se ha llevado un inesperado refuerzo de última hora en T.J. Ward.
2. Carolina Panthers (9-11 victorias): ¿quiénes son los Panthers? ¿la máquina de 2015 que se plantó en la Super Bowl o el inconsistente equipo de 2016? Quizás algo que se quede en un punto intermedio. Sentiría más confianza en este conjunto si el problema del tackle izquierdo no lo hubiese querido resolver con el ex problema de Minnesota, Matt Kalil. La defensa tiene que recuperar su mejor cara aunque me preocupa mucho Luke Kuechly y una conmoción cerebral más.
3. Atlanta Falcons (8-10 victorias): poner a los Falcons en tercer lugar de la división es evidentemente hacerles retroceder, pero sigo viendo este equipo como un conjunto pleno de talento capaz de luchar por todo. La marcha de Kyle Shanahan creo que debe notarse. No obstante, el esperado salto de calidad de la defensa, con un valioso año de experiencia más en varias piezas importantes, puede contrarrestarlo.
4. New Orleans Saints (5-7 victorias): no termino de ver hacia donde caminan los Saints, lastrados en los últimos años por varias decisiones salariales francamente negativas. Mientras tengan a Drew Brees lanzando pases serán peligrosos, pero no termino de confiar en una defensa que hace años que no rinde a un nivel digno.

NFC OESTE

1. Seattle Seahawks (11-13 victorias): no vamos a hablar de las debilidades de la línea ofensiva de este equipo que son conocidas por todos y que al final siempre son superadas por el esfuerzo del resto. Entre ese resto hay que mencionar a un Russell Wilson que está en el mejor momento de su carrera. Perderle sí que sería el fin de este equipo, pese a que la defensa parece que no tiene ni la más mínima grieta.
2. Arizona Cardinals (7-9 victorias): los Cardinals han aplazado un año el renovar la plantilla. Sus movimientos en agencia libre dan a entender que quieren aprovechar el que pudiera ser el último año de Carson Palmer y Larry Fitzgerald juntos. No creo que el ataque recupere el nivel de hace dos años, pero la vuelta de Tyrann Mathieu a su óptimo nivel físico le da un plus a la defensa que adoleció en 2016.
3. San Francisco 49ers (5-7 victorias): sólo el hecho de contar con Kyle Shanahan ya genera optimismo en el aficionado de San Francisco, que por momentos olvida la falta de playmakers en ataque. La defensa es muy joven, especialmente en la secundaria. Este equipo puede dar sorpresas esta temporada pero también parece destinado a una larga serie de derrotas consecutivas en algún punto de la campaña.
4. Los Angeles Rams (5-7 victorias): al igual que pasa en San Francisco, el cambio de head coach ha sido suficiente para que los fans de los Rams respiren más aliviados. Los Angeles debe averiguar este año si Jared Goff es merecedor de todo lo que costó. Por esquema y por compañeros desde luego está en mejor posición para tener éxito. La defensa necesita imperiosamente que Aaron Donald llegue a un acuerdo contractual con la gerencia.


SEATTLE SEAHAWKS campeón sobre NEW ENGLAND PATRIOTS
Por la AFC, Steelers, Raiders y Ravens son los principales obstáculos en el que creo que será el camino de los Patriots hacia una nueva Super Bowl. Por plantilla y por staff técnico es imposible apostar contra ellos. En la NFC veo a Giants, Packers y Seahawks como los tres conjuntos más fuertes, a la espera de ver cómo se "matan" entre ellos en la ultra competitiva división Sur.

En esta hipotética final Seattle saldaría una cuenta pendiente con New England para recuperar el cetro de la NFL y colocarse en posición para ser el equipo de la década.

Marco Álvarez
@deionmarco