viernes, 28 de noviembre de 2014

2014 Semana 13: L vs SEATTLE SEAHAWKS 3-19

Derrota sin paliativos la sufrida ante los actuales campeones Seattle Seahawks. San Francisco fue un pollo sin cabeza, un pavo sin alas ni patas si queremos hacer el símil norteamericano en manos de un conjunto que sabía perfectamente lo que quería hacer. En cambio, los niners plantearon un encuentro olvidándose de sus mejores armas y encima atacando los puntos fuertes del rival. Exactamente lo contrario de lo que se debe hacer.

Los seguidores niner pueden estar muy aliviados de que el resultado final se recordará como una dolorosa derrota pero derrota al fin y al cabo. El marcador podría haber sido perfectamente 38-0 si la defensa no hubiera opuesto suficiente resistencia en la zona roja.

El propietario del equipo, Jed York, calificó la actuación como "inaceptable" en un tweet a los pocos minutos de la conclusión. Como mandamás de la franquicia está sujeto a decir lo que le plazca, pero uno no puede más que pensar que ha debido tener el móvil en modo avión durante toda la temporada hasta anoche. Y es que este equipo, o para ser justos, este ataque, lleva siendo inaceptable desde que empezaron los primeros entrenamientos allá por el mes de julio.

¿Recordáis los malos partidos de pretemporada? Entonces podíamos escudarnos en que esos choques ciertamente no sirven más que para probar esquemas y que la acción real llegaría en septiembre. Pero han pasado casi cuatro meses desde entonces y la ofensiva sigue en modo "off". Es más, cada jornada que avanzamos en la campaña se la ve peor que en la anterior.

Hemos llegado a un punto en las últimas jornadas en que ver un partido de San Francisco es un auténtico dolor. Hay equipos que juegan mal porque no tienen los "playmakers" que hagan funcionar la ofensiva; otros con dificultades por la lesión de alguna pieza clave; en algunas ocasiones la adaptación a un nuevo esquema conlleva un lógico período de adaptación. Ninguno de esos casos se aplica a nuestro ataque. Desde que volvimos del "bye" hemos anotado, 10, 27, 16, 17 y 3 puntos pese a que la defensa en más de una ocasión ha brindado oportunidades a la ofensiva para clavarle la puntilla al rival.

Inaceptable fue la actuación ante St. Louis, el día de los ocho sacks encajados e incapaces de entrar en la end zone para ganar el choque en los segundos finales. Inaceptable fue la actuación en Nueva York, donde hicieron falta 5 intercepciones sobre el quarterback rival para escapar con el triunfo. Inaceptable fue la actuación frente a Washington, un equipo con problemas muy profundos y sin nada que aspirar este año al que sólo superamos con un touchdown en los instantes finales. Pero una cosa es ganar o perder ante esos rivales y otra muy diferente hacerlo ante tu gran enemigo, el equipo al que dedicas horas, días y meses de tu tiempo para batir para que luego llegue a tu propio estadio y te derrote sin ser capaz de devolver un solo golpe.

Y es que una cosa es perder y otra hacerlo exponiendo todas tus debilidades. Ayer la culpa de la derrota se cargará en los hombros de Colin Kaepernick, horrible en todos los aspectos, pero la verdad es que ha habido otros encuentros en que ha jugado muy bien y aun así el ataque ha rendido muy por debajo de lo esperado. El problema es mucho más complejo y hay que buscar responsables en el head coach, Jim Harbaugh, y el coordinador ofensivo, Greg Roman.

Estoy cansado de escuchar o leer en declaraciones que el ataque para mejorar sólo tiene que "ejecutar mejor". ¿Ejecutar mejor qué? No sé si se refieren con eso a que Frank Gore o Carlos Hyde deban romper múltiples placajes en la misma línea de scrimmage cuando reciben una carrera. No sé si con eso se refieren a que los receptores consigan primeros downs en rutas cruzadas aisladas en lugar de apoyadas por un pick como hace cualquier equipo hoy día. No sé si se refieren a que el quarterback complete pases a receptores que simplemente corren hacia delante y esperan un balón colgado o tight ends que corren rutas cortas del primer down sólo por no romper la sincronización del ataque. Excusas, excusas, excusas.

Ves un encuentro de los 49ers en ataque y tienes la sensación que saltan al campo sin confiar en la jugada que llaman desde la banda. Sólo hay que mirar al otro lado anoche, a Seattle, para observar la diferencia. Los Seahawks tienen graves problemas con su juego de pase. Russell Wilson no puede conectar un pase "downfield" con sus receptores. De hecho ayer no recuerdo ni uno solo. La diferencia es que ellos desde la banda buscan acciones que permitan sacar máximo provecho de las cualidades de sus jugadores, es decir las carreras de Marshawn Lynch y la habilidad para moverse y salir del pocket de Wilson. Cuando éste escapa de la presión como tantas veces y tan bien realiza siempre tiene un hombre preparado para recibir el balón y avanzarlo muchas yardas contra una defensa descolocada.

¿Qué hacemos nosotros? Nos olvidamos del juego potente de carrera que desde luego no pasa por su mejor momento pero es lo mejor que tenemos ahora mismo. Nosotros nos contentamos con abrir el campo con hasta 5 receptores, sin importarnos que ello implique que salte al terreno de juego Kassim Osgood, un enorme jugador de equipos especiales pero marginal wide receiver. Ponemos a nuestro quarterback en shotgun y sabiendo que le vendrá presión nunca le dejamos con una válvula de seguridad para al menos completar un pase corto en lugar de encajar sacks que matan drives.

En enero nada funcionó mejor que buscar scrambles dirigidos para Kaepernick y nada funcionó peor que lanzar a la cobertura de Richard Sherman. Anoche en ningún momento se preparó algo para que nuestro QB corriese. Todo lo contrario, el game plan parecía que estaba preparado para humillar a Sherman y el resultado fue el esperado. El mejor quarterback de la liga, Aaron Rodgers, prefirió no comprobar las habilidades del cornerback de Seattle, pero nuestros entrenadores creen que pueden tener éxito haciéndolo con Kaepernick. Absurdo en toda regla.

Podría seguir escribiendo párrafos sobre porqué no empezamos a utilizar el play-action hasta después del descanso, un arma que nos viene de perlas por las habilidades de nuestros jugadores pero que por algún motivo ha desaparecido del plan de juego. O qué pasa con un tight end All-Pro como Vernon Davis que comandaba doble cobertura de los rivales y este año parece un "third-stringer". O porqué una jugada tan sencilla pero con tantas variantes y tan provechosa y beneficiosa para los QB como el "screen" es cosa del pasado. Así que voy a parar porque seguramente tenemos mejores cosas que hacer que lamentarnos por este gran proyecto fallido llamado "San Francisco 49ers 2014" y del que son responsables muchas personas pero ninguna más que Harbaugh y Roman.


GAME BALL -> ---: nadie fue merecedor anoche de darle un balón del partido. Simplemente me limitaré a decir que no coronen a los Seahawks todavía, o por lo menos no lo hagan por lo de ayer. El ataque de San Francisco lleva dando pena toda la temporada y más especialmente las últimas semanas como para darles tanto crédito por dejarnos en tres puntos. Su próximo viaje a Philadelphia será un test mucho más válido. San Francisco por su parte cruzará el puente para medirse a Oakland en diez días. Quien sabe, lo mismo cuando estos dos equipos se enfrenten de nuevo el 14 de diciembre sus récords vuelvan a ser idénticos. ¿Pero alguien puede pensar de verdad que estos niners vencerían en Seattle?

miércoles, 26 de noviembre de 2014

2014 Semana 12: W vs WASHINGTON REDSKINS 17-13

Un touchdown en el primer drive y otro en el último. Eso es todo lo que necesitó San Francisco para apuntarse su tercera victoria consecutiva y séptima de la temporada. Entre medias un encuentro dominado por las defensas tanto por su buen hacer como también por la ineptitud de los ataques.

Si el domingo anterior fueron los errores de Eli Manning los que permitieron salir de Nueva York con el triunfo, esta vez fue la apatía de un Robert Griffin III que está jugando sin el más mínimo atisbo de confianza en sus posibilidades. La presión del front four formado por Aldon Smith, Ray McDonald, Justin Smith y la combinación de Ahmad Brooks y Aaron Lynch, provocó cinco sacks sobre el quarterback de Washington al tiempo que inundaba el pocket en otras muchas ocasiones.

Otro cantar fue el desempeño de una ofensiva que salió lanzada con un touchdown muy rápido pero que luego entre fumbles y malas posiciones de campo volvió a bloquearse como tantas otras veces esta temporada. Si los Philadelphia Eagles son el paradigma del juego veloz en ataque, San Francisco es el polo opuesto por lentitud y pesadez en sus acciones. Por momentos daba la sensación que los jugadores marchaban cansados al trote a la línea de scrimmage. Cuando había que ganar 6 yardas se conseguían 5, si faltaban 5 llegaban 4 y si tan solo una yarda era necesaria tampoco se sumaba el primer down. Muy significativo fue un QB sneak de Colin Kaepernick que no solo no generó el primer down sino que casi perdió una yarda completa. ¡En un QB sneak! Incluso en el último drive ganador parecía que íbamos por delante en el marcador por la parsimonia de los jugadores. Daba la sensación que jugábamos el "four minute offense" (ataque para liquidar un encuentro que vas ganando) en lugar del "two minute offense" (ataque diseñado para anotar de forma rápida cuando vas por detrás). Absolutamente desesperante.

La línea ofensiva apenas pudo mover a sus oponentes en las acciones de carrera, algo que se hizo especialmente evidente en las jugadas off-tackle. Ni siquiera nuestra carta más segura, la de seguir a Joe Staley y Bruce Miller por el lado izquierdo, dio el resultado esperado. Si a esto sumamos la desaparición en combate de Vernon Davis y la epidemia de "drops" que sufre Michael Crabtree tenemos un ataque inconsistente como pocos.

GAME BALL -> Anquan Boldin: no todo fueron malas noticias. Nos queda un Anquan Boldin que fue sin duda el MVP con sus recepciones cruciales para abrir el marcador y sobre todo para cerrarlo. Al igual que la temporada pasada, Boldin está siendo el jugador más regular de San Francisco en ataque y el único de los "skill players" con el que se puede contar semana sí y otra también.

Anquan Boldin fue clave en los dos touchdowns de San Francisco

No hay mucho tiempo para centrarse en analizar los problemas de la ofensiva. El jueves tenemos un partido que estaba marcado en rojo desde que salió el calendario hace meses. Recibimos a los Seahawks en un choque que dadas las circunstancias es mucho más que una revancha. Si los niners quieren llegar a playoffs todo pasa por ganar al menos uno de sus dos compromisos con Seattle. Los actuales campeones vienen de un encuentro durísimo con Arizona que seguro habrá dejado huella pese al triunfo cosechado. No hace falta ser un genio para predecir un partido dominado por las defensas, de baja anotación y que casi con total seguridad se decidirá tras el último "two minute warning". Al fin y al cabo así han sido los cinco primeros encuentros de historia del Levi´s Stadium.

lunes, 17 de noviembre de 2014

2014 Semana 11: W @ NEW YORK GIANTS 16-10

Segunda victoria consecutiva fuera de casa para los 49ers obtenida al igual que la semana pasada gracias a una enorme actuación de la defensa. Hasta en cinco ocasiones interceptó a un desacertado Eli Manning además de lograr otro turnover en downs con un gran stand en 4ª y pulgadas. Con esos ingredientes lo normal es irse a casa con un triunfo contundente pero nada más lejos de la realidad. El ataque desperdició una y otra vez las oportunidades que le brindó la defensa, sólo anotando un touchdown y con un doloroso 0/4 en la zona roja.

La vuelta de Aldon Smith no pudo ser más positiva. Con su aportación el pass-rush fue constante en su presión sobre Eli. Aaron Lynch se comió al tackle derecho suplente de los Giants y Ray McDonald cuajó  su mejor encuentro de la temporada. La secundaria se benefició con dos intercepciones. Las otras tres llegaron de la mano de Michael Wilhoite y Chris Borland. El novato volvió a estar inmenso una vez más. Lo decimos todas las semanas, con este rendimiento de la defensa cualquier cosa es posible.

Lo que estamos esperando todos es el despertar del ataque. No hay nadie al que responsabilizar en concreto. Kaepernick estuvo bien, Gore corrió lo necesario, Crabtree realizó algunas de las mejores jugadas del año para él. Pero al final del día falta mucha ejecución en los momentos decisivos y eso estropea todo lo demás. Quien está desaparecido por completo es Vernon Davis, lo cual es especialmente preocupante teniendo en cuenta lo mal que estamos en la zona roja. Mientras sigamos ganando "no pasa nada" pero o se pone las pilas esta unidad o no conseguiremos entrar en los playoffs de esta forma.

GAME BALL -> Toda la defensa: la línea generó presión durante toda la tarde, los linebackers estuvieron alrededor del balón en todas las jugadas y la secundaria como viene haciendo todo el año le amargó la tarde al quarterback rival. Sería injusto individualizar en un solo jugador así que la mención es para todos ellos y por supuesto el equipo de entrenadores que encabeza Vic Fangio.


En siete días recibimos a unos Redskins con toda clase de problemas. Hora de no cometer más resbalones tontos en casa, sobre todo teniendo que jugar con Seattle sólo cuatro días después en Acción de Gracias. Partido a partido debe seguir siendo la consigna.

jueves, 13 de noviembre de 2014

2014 Semana 10: W @ NEW ORLEANS 27-24 OT

Cómo le gusta a este equipo hacernos sufrir. Victoria importantísima que podría haber sido mucho más sencilla de no ser por la plaga de drops que hemos tenido. La defensa ha estado formidable. Primero encarrilló pronto el choque con la intercepción de Antoine Bethea, luego nos mantuvo en el partido y encima al final tuvo que ser la que sacara la jugada decisiva. El karma nos devuelve una con el sack-fumble de Ahmad Brooks. El ataque empezó muy bien pero poco a poco se fue descarrilando y entre una cosa y otra volvió a dejarnos "con el culo al aire". Un día son los sacks encajados, otro las penalizaciones, otro el play-call, hoy los drops. Siempre le pasa algo a esta unidad, salvo el día de Kansas City no le recuerdo un choque completo este año. No obstante, cuando todo parecía perdido, en 4º y 10 perdiendo por tres puntos a poco más de un minuto de la conclusión, Colin Kaepernick se sacó un increíble pase de la manga (de esos que sólo puede hacer él y algún otro QB más) para Michael Crabtree que de momento salva la temporada.

GAME BALL -> Ahmad Brooks: no fue el mejor jugador del encuentro ni tan siquiera de la defensa, pero sin su jugada final sobre Drew Brees es probable que no hubiésemos salido de Nueva Orleans con la victoria. Un año después de su absurdo sack-fumble anulado se hace "justicia" con una acción defensiva para el recuerdo. Saints y 49ers se han medido una vez en todas las temporadas desde 2010 y siempre han producido choques muy competitivos, igualados y bonitos para el espectador.

Analizando el encuentro en primer lugar hay que resaltar la defensa. Con el nivel que está ofreciendo podríamos aspirar a todo. Sin la presencia de nuestros tres mejores jugadores (Bowman, Willis y Aldon Smith) le jugamos de tú a tú a un ataque potente como el de los Saints en su propio estadio. Los novatos Chris Borland y Aaron Lynch están rindiendo por encima de las posibilidades más optimistas. La secundaria es cierto que flaqueó algo en la cobertura profunda pero en todo lo demás volvió a estar muy correcta. Donde hemos venido sufriendo más es en el pass-rush, pero con la vuelta de Aldon seguro que mejora notablemente.

El ataque es harina de otra costal. Si la defensa está siendo un modelo de consistencia el ataque es el ejemplo claro de irregularidad. Ahora bien, creo que por primera vez en la temporada vimos un atisbo de esperanza de lo que todos visionábamos a principios de temporada. La linea sólida, el play-call como queremos, la carrera funcionando y el pase haciendo daño con envíos muy verticales. El problema del domingo fueron los drops que podemos considerar algo puntual (sólo Anquan Boldin se apuntó cinco, inaudito). De no ser por los balones que dejamos a caer al suelo habríamos destrozado la defensa de New Orleans. Aunque Kaepernick sólo pudo conectar 14/32 lanzamientos lo cierto es que jugó uno de los mejores encuentros de la campaña. Si conseguimos mantener el juego de la primera mitad, sé que es un gran si, mucho cuidado.

Dicho todo esto una victoria es una victoria y más en el Superdome. Vuelve Aldon Smith por fin y aunque no juegue ataque su presencia se ha echado en falta y puede generar puntos para el equipo a través de su presión al QB. No esperaba decirlo pero... estamos vivos. Por ahora. Próxima parada Nueva York ante los Giants.

Ahmad Brooks con el sack-fumble y Chris Borland con la recuperación decisiva.

2014 Semana 9: L vs ST. LOUIS 10-13

Los 18 placajes de Chris Borland de lo poco que recordar hoy.
Muy pocas ganas de comentar el que sin duda ha sido el partido más decepcionante en la era Jim Harbaugh. Con un ataque "empantanado" hasta límites insospechados los 49ers fueron incapaces de derrotar en casa a un equipo mediocre, liderado por un quarterback rookie, que llegaba al choque con bastantes bajas y que tampoco realizó hoy un gran encuentro precisamente. Más bien todo lo contrario.

Con un récord de 4-4 a mitad de temporada San Francisco se queda a tres partidos del liderato divisional y dando la sensación de que falta la ambición necesaria para cosechar los éxitos de los últimos años.

Pese a encajar ocho sacks en una patética demostración ofensiva los niners montaron un último drive eficiente que parecía que le daría la vuelta al marcador en los segundos  finales. Pero con 1ª y goal desde la yarda 2 San Francisco encontró la manera de perder el encuentro. Un mal pase de Colin Kaepernick impidió que Michael Crabtree lograse anotar, en segundo down le sucedió un incompleto y en tercera y goal desde la 1 llegó un fatídico fumble de Kap cuando estaba a punto de cruzar la end zone en un quarterback sneak. Los Rams recuperaron el balón y sumaron su primer triunfo en la bahía desde 2007.

GAME BALL -> Chris Borland: la mejor noticia de la jornada fue el rendimiento del novato Borland, inmenso en su segunda titularidad en sustitución de Patrick Willis. El pequeño linebacker cometió un error en cobertura que propició el único touchdown de St. Louis pero por lo demás fue una máquina de placar que siempre estuvo alrededor del balón. En general la defensa hizo todo lo que estuvo en su mano para lograr la victoria, pero el desempeño del ataque fue tan pobre que resultó insuficiente.