viernes, 7 de octubre de 2016

2016 Semana 5: L vs ARIZONA CARDINALS 21-33

Cuarta derrota consecutiva de los 49ers que coloca al equipo con un récord de 1-4 idéntico al de 2015 y en última posición de la NFC Oeste. De nuevo los propios errores fueron la tumba para San Francisco que pusieron en bandeja la victoria para su oponente. Con 7-0 arriba al filo del descanso una intercepción permitió a Arizona anotar el touchdown del empate en una jugada de 21 yardas. A la vuelta de los vestuarios Chris Davis perdió un fumble en el kickoff inicial y los Cardinals convirtieron el turnover en siete puntos después de que una tonta penalización en el intento de field goal diera una segunda oportunidad a los de Bruce Arians. Perdiendo 21-14 Blaine Gabbert lanzaba su segunda intercepción de la noche y Arizona ampliaba su ventaja a diez puntos con un field goal que culminaba un drive de seis yardas al inicio del último cuarto. Los Cardinals sacaron 17 puntos (4 extras gracias a la penalización) de los tres turnovers, generando únicamente 41 yardas en esas tres posesiones tras turnover. Inaceptable.

Durante la primera mitad pudimos ver el juego de pase más abierto que ha mostrado San Francisco este año. Múltiples receptores corriendo rutas en diferentes niveles y ofreciendo opciones claras de lanzamiento. El problema es que Gabbert tuvo otro día para olvidar. En dos ocasiones fue incapaz de conectar con un compañero completamente abierto. Cualquiera de los dos pases podría haberse traducido en un touchdown. Para aumentar el desastre, Garrett Celek se dejó caer un balón muy sencillo, coartando lo que iba siendo un drive prometedor. Tres posesiones bien planificadas llevadas al desastre por una mala ejecución. Podéis tomaros esto como queráis, pero una jugada allí y otra jugada allá y podríamos haber llegado al descanso ganando 21-0 con un poco más de acierto de todos.

Gabbert aguantó muchísimo más el balón en este partido que en los cuatro anteriores. Mi sensación es que empieza a ver que su puesto peligra y quiere sacar jugadas que hasta ahora no está produciendo. Por otro lado, también creo que Kelly quería abrir la ofensiva un poco más una vez que los nuevos receptores (fichados hace nada como quien dice) empiezan a sentirse más a gusto en el sistema. Fue otro gran partido para Jeremy Kerley trabajando desde el slot. Este avance en el game plan produjo/pudo producir grandes jugadas pero también llegó a costa de siete sacks encajados, varios venidos no obstante por una muy mala presencia en el pocket de Gabbert, más pendiente de bailar entre defensores buscando una salida que de desprenderse del balón.

Ya lo comentamos la semana pasada. No hay más que rascar en el puesto de quarterback. Y por Dios, no me hablen de Colin Kaepernick a estas alturas. Ese tren hace mucho que salió. Estoy de acuerdo en que habrá que darle una oportunidad visto el desacierto de Gabbert, pero yo quiero en la bahía de una vez por todas un QUARTERBACK. Esta franquicia merece por historial mucho más en la posición más importante del juego. No pido que se hipoteque el futuro por nadie pero sí que de una vez por todas elijamos un proyecto en el draft y no hagamos el papel seleccionando a alguien en 6ª ronda para luego cortarle antes de la regular season en favor del inmortal Christian Ponder pensando aquello de "oh, no creíamos que nos lo fueran a quitar". Hablo de Jeff Driskel y su fichaje por Cincinnati. En 2017 hay que hacer lo que se obvió en 2015 y 2016, darle la solución a un problema que lastra al equipo.

De la defensa no hay mucho que comentar. Una vez vi que Glenn Dorsey era inactivo por sorpresa ya comenté por Twitter que David Johnson nos haría 200 yardas de carrera. No llegó a eso pero sí a conseguir la mejor marca en la NFL este año, 157 yardas. Simplemente había demasiadas bajas a este lado del balón como para pedir milagros. Bien Nick Bellore (GAME BALL para él), un jugador de equipos especiales que dada la oportunidad de ser titular puso toda la voluntad del mundo para terminar con 11 placajes, dos de ellos para pérdida.

Tras el mini-bye toca viajar para jugar en Buffalo el domingo 16. Veremos si lo hacemos con un nuevo quarterback titular. Lo que sí tenemos que ver por el bien de Kelly es un equipo más sólido que no haga lo de los dos últimos encuentros, conceder oportunidades de oro a su rival.