viernes, 11 de julio de 2014

El origen del grito "DEE-FENSE" y la gran defensa de los Giants de los 50

"Defense, defense, defense..." Es el grito más universal y más repetido en un campo de fútbol americano. Muchos historiadores de la NFL piensan que este cántico de batalla comenzó a oírse a mediados de la década de los 50, originándose en las gradas del Yankee Stadium. En el partido que culminó la primera temporada televisada a nivel nacional, el campeonato de la NFL de 1956 entre Chicago Bears y New York Giants, millones de personas en su casa escucharon el grito y vieron a una defensa de Nueva York que respondía al mismo a la perfección. Los Giants destrozaron a los Bears 47-7 por el título. Esa victoria inició una era brillante de ocho años de una potencia nunca antes vista saltar al campo que Ruth construyó.





A la derecha Landry, a la izquierda Lombardi. Casi nada.
Todo comenzó cuando el head coach Jim Lee Howell contrató a un joven Tom Landry para su ya de por sí talentoso grupo de entrenadores que incluía entre otros a Vince Lombardi. La mente ingeniosa de Landry se combinó a la perfección con jugadores como Jimmy Patton, Andy Robustelli, Jim Katcavage, Rosey Grier o Dick Modzelewski para producir la defensa más dominante y difícil de predecir de su era. Fueron la primera defensa en poner a buenos atletas en esa unidad. Hasta entonces los mejores atletas, sobre todo jugadores de línea y corredores, estaban en el lado del ataque. De repente empezaron a poner mejores atletas y además comenzaron a estudiar esquemas ofensivos y lo que hacían los equipos. Landry puso en el campo una defensa refinada que pilló a contrapié a todos los ataques rivales. Una de esas novedades fue la creación de la defensa 4-3, diseñada para tomar ventaja de las habilidades innatas del middle linebacker Sam Huff. En esta defensa la labor de los cuatro hombres de línea era mantener a Huff a salvo de potenciales bloqueadores, dejándole libre para actuar como "rover" y así poder estar él siempre en disposición de acercarse al balón. Este esquema fue uno de varios planes usados con éxito para poder neutralizar a la principal pesadilla de Nueva York, Jim Brown, el espectacular runningback de los Cleveland Browns. Brown: "Sam era básicamente el quarterback de esa defensa. Él sabía que jugaba en una ciudad como Nueva York, y así se convirtió en una celebridad simplemente por atarse a mis piernas muy a menudo."

Jim Brown vs Sam Huff, mítico duelo durante los 50 y 60.

Frank Gifford
Además de dominar a sus rivales de Cleveland, la defensa también se especializó en poner puntos en  el marcador. Este oportunismo entusiasmó a los fans, quienes junto a los elogios de la prensa, hicieron que la atención de los medios por primera vez se dirigiera a una defensa. Los miembros de esa defensa no eran vistos como trogloditas sin cabeza sino como un grupo de amigos capaces de pensar y ser personas interesantes. Sin embargo, este tratamiento de "alto-standing" no sentó bien entre todos los miembros del equipo. Había muchos celos entre los componentes del ataque y la defensa, porque estos últimos saltaron al estrellato quizás por primera vez en la historia del fútbol profesional. En aquellos días nunca presentaban a los jugadores de defensa en los previos a los partidos, eran únicamente los jugadores de ataque como el runningback nº 16 Frank Gifford. Huff podía estar ganando 8000-9000$ al año en aquellos días por los 18000-20000$ de Gifford y eso no sentaba nada bien en el linebacker, sobre todo cuando era la defensa la que salvaba los muebles en más de una ocasión. En un partido Huff llegó a decir a sus compañeros de ataque a ver si podían "aguantar un poco a su rival" que ya se encargarían ellos de anotar en el siguiente drive.

Pese a estos roces aquellos que jugaron con y contra esa unidad están de acuerdo en afirmar que fueron pioneros en el esfuerzo de traer compañerismo, trabajo en equipo, análisis y horas de estudio a la defensa. Jim Brown"La defensa más inteligente de la época fue la de los New York Giants. Cada uno sabía su posición, lo que tenía que hacer y a quien tenía que ayudar." Tom Landry: "Ellos jugaron unidos mejor que ningún otro equipo que yo haya entrenado. Tenían un feeling especial entre cada uno. Eran un buen equipo pero realmente no eran mejores que algunos otros equipos de la época. Pero la habilidad de jugar juntos y creer en sus compañeros de la forma que lo hacían fue tremendo."

En 1960 Landry se marchó a entrenar a la franquicia en expansión en Dallas, los Cowboys. Pero los hombres que dejó atrás jugaron tres campeonatos más de la NFL, y aunque se quedaron cortos en cada una de las ocasiones la defensa se comportó de forma admirable, especialmente en las duras batallas de 1962 contra Green Bay y en Chicago en 1963. Históricamente la dominación defensiva de los Giants finalizó en aquella derrota contra los Bears. Y mientras una era se apagaba otra nueva amanecía. Varias retiradas y traspasos cerraron este capítulo de brillantez defensiva pero una semilla simbólica se trasplantó cuando Rosey Grier se marchó a los Rams, donde ayudó a dar estatus de celebridad a la de repente famosa "Fearsome Foursome" de Los Angeles.




Fue el inicio de una era muy colorida en el football profesional donde las defensas dominantes ya nunca más volverían ser privadas de elogios y adulaciones. Ya se apodaran los "Purple People Eaters", "Steel Curtain" o "Doomsday", todas le deben una pequeña pizca de gratitud a un grupo de hombres que se juntaron en el Yankee Stadium de Nueva York y que simplemente eran llamados "la defensa de Nueva York".


Fuente: 1986 New York Giants Yearbook

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