Tan solo seis días después de su exhibición en el Monday Night Football los 49ers bajaron a la tierra tras recibir un severo correctivo por parte de unos Steelers que borraron de un plumazo sus frustraciones del partido inaugural de la temporada.
Los niners parecieron un equipo lento, sin energía y muy proclive a errores mentales, en ataque, en defensa y en equipos especiales.
La línea ofensiva fue superada repetidamente por el "front 7" de Pittsburgh, en pocas ocasiones movió a sus rivales del sitio y peor aún, incurrió en muchas penalizaciones. No vamos a individualizar en nadie porque todos estuvieron horrorosos. Con el marcador muy en contra al descanso (29-3) la segunda mitad fue un entrenamiento del juego de pase, lo que hizo que Colin Kaepernick se fuese a las 335 yardas y 2TD en el último cuarto cuando ya estaba la derrota en el casillero. Al menos su buena conexión con Torrey Smith (6 recepciones, 120yds, 1TD) da esperanzas de cara a futuros compromisos.
En defensa los blitzes que marearon a Teddy Bridgewater fueron recibidos con los brazos abiertos por Ben Roethlisberger, quien hizo pagar una y otra vez a la unidad dirigida por Eric Mangini. Una secundaria no acostumbrada a encajar big-plays fue batida en lanzamientos que cubrieron 59, 57, 48, 41 y 35 yardas. Con decir que NaVorro Bowman no registró un solo placaje individual basta para darse cuenta de la pobre actuación a este lado del balón de los niners. Fue la mayor anotación encajada por San Francisco en seis años.
GAME BALL -> Torrey Smith: todo lo que consiguió fue en los minutos de la basura pero es lo único a destacar en una muy mala tarde del equipo. Toca reagruparse y volver fuertes el próximo domingo en un choque más importante en Arizona.