Amari Cooper guardó lo mejor de su temporada para este encuentro.
La rivalidad entre Kansas City Chiefs y Oakland Raiders existe desde la década de los sesenta, cuando los dos conjuntos se disputaban la supremacía por la American Football League. Tres de las cuatro primeras Super Bowls tuvieron a una de estas franquicias representando a la AFL. Con el paso de los años numerosos duelos históricos han salpicado esta serie, una de las más coloridas de toda la competición. Este duelo de la campaña 2017 fue para mi gusto el mejor del año en la NFL.
Los Chiefs llegaban al choque del jueves por la noche con un gran récord de 5-1, la única derrota ante los Pittsburgh Steelers cuatro días antes. En cambio, Oakland estaba sumida en una racha negativa que se prolongaba por cuatro partidos. Una quinta derrota consecutiva, además contra su rival divisional, supondría casi un adiós virtual a la división tan solo a mediados de octubre.
Los Raiders anotaron 71 puntos en dos victorias para abrir la temporada pero desde entonces habían acumulado 53 en cuatro compromisos. Derek Carr se perdió partido y medio por lesión. Amari Cooper, la gran pieza ofensiva del equipo, había registrado 9 recepciones para 51 yardas en total en ese inesperado mes de inoperancia de Oakland en ataque.
En cambio, Kansas City contaba con la mejor ofensiva de la competición. Alex Smith vivía la mejor campaña de su vida lanzando a Tyreek Hill y Travis Kelce. El corredor novato Kareem Hunt había supuesto la pieza que faltaba en el engranaje de Andy Reid.
Durante cuatro intensos cuartos Raiders y Chiefs disputaron un partido de bombarderos. Las defensas estuvieron a completa merced de los ataques, que estuvieron muy inspirados y encima tuvieron la suerte a su favor en algunos momentos. De 19 posesiones 11 terminaron en anotación y no se registró un solo turnover. Tanto Carr (417 yardas y 3TD) como Smith (342 yardas y 3TD) tuvieron poca piedad de las secundarias rivales.
Hill quema a la defensa de Oakland en una recepción de 64 yardas.
Cooper salió de su prolongado bache con una memorable actuación. Atrapó 11 pases para 210 yardas y 2 touchdowns. En el otro lado, Hill también hizo de las suyas con 125 yardas y 1TD en seis recepciones. Los dos equipos intercambiaron anotaciones hasta llegar a un 30-24 para Kansas City con los Raiders en posesión del balón en su propia yarda 15 a 2:25 de la conclusión. Lo que pasaría en el drive final del partido quedará en los anales de la historia de la NFL.
Oakland escapó de diferentes situaciones imposibles en su última posesión. En 2ª y 20 Carr encontraba a Cooper en el centro de la defensa de Kansas City para una ganancia de 39 yardas. Un poco más tarde, en 4ª y 11, Carr mantenía vivo a su equipo con otro pase completado, esta vez de 13 yardas para Jared Cook. El tight end anotaba aparentemente el touchdown de la victoria a siete segundos del cierre con una grandísima captura de 29 yardas. Sin embargo, tras revisar el vídeo los árbitros colocaron el balón en la yarda uno. Parecía que los Raiders tendrían una jugada final para ganar el partido, pero en realidad quedaba mucho por jugar todavía.
En 1ª y Goal desde la 1 Carr conectaba con Michael Crabtree para touchdown, pero la acción era anulada por interferencia ofensiva del wide receiver en su disputa con Marcus Peters. Con cero segundos de reloj Cook perdía de entre sus manos el touchdown del triunfo. El público local ya empezaba a asimilar la derrota cuando los árbitros decretaron un holding defensivo que continuó la batalla. Ya sin tiempo en el reloj al snap Carr volvía a lanzar incompleto, pero de nuevo Kansas City incurría en un holding defensivo que imposibilitaba que se terminara el encuentro. El balón se fue moviendo en medio de esta loca secuencia de penalizaciones de la yarda 1 a la 10 hasta la 5 y finalmente a la 2. Desde ahí se jugaría el down final. Carr tomaba el snap desde el shotgun, se movía en un pequeño roll-out hacia su izquierda y encontraba en la esquina cercana de la end zone a Crabtree para el touchdown que desataba la locura en el estadio. El drama no había finalizado, restaba convertir el extra point. Giorgio Tavecchio convertía de manera muy ajustada y así los Raiders escapaban con una victoria que ni ellos mismos llegaron a contar en algunos momentos.
El touchdown de Crabtree cerró el partido interminable.
La alegría de Oakland duró poco. Diez días después eran duramente derrotados en Buffalo camino de una triste temporada de 6-10. Por su parte, Kansas City se tomaría la revancha sobre su rival divisional en la Semana 14, pero tras un prometedor arranque de 5-0 caer en wild cards contra los Tennessee Titans supuso una fuerte decepción. No obstante, todos los aficionados neutrales recordaremos este memorable drive final que puso la guinda a un loco partido entre estos dos enconados rivales.
Finalistas:
Week 03 - Los Angeles Rams vs San Francisco 49ers (primer duelo Sean McVay vs Kyle Shanahan).
Week 05 - Green Bay Packers vs Dallas Cowboys (la magia de Aaron Rodgers).
Week 15 - New England Patriots vs Pittsburgh Steelers (Gronkowski rescata a los Patriots).
* QB: Tom Brady (New England): hablar de Brady es hablar de la realeza. Es la cuarta vez que aparece en mi equipo ideal (a una de Peyton Manning) y segunda consecutiva. A sus 40 años está jugando para mí el mejor football de su carrera. Su brazo apenas ha perdido velocidad y su movilidad en el pocket ha sido más prodigiosa que nunca. Su inteligencia y sabiduría del juego le hace siempre ir un paso por delante de las defensas. Sumemos a esto que lo ha hecho con un ataque que ha evolucionado este año hacia un sistema más vertical y los méritos son incontestables. El quarterback de los Philadelphia Eagles Carson Wentz fue el único otro hombre considerado en este puesto.
* RB: Todd Gurley (Los Angeles Rams) y Le´Veon Bell (Pittsburgh): esta posición no ha tenido mucha historia. Gurley y Bell han estado dos pasos por delante de la competencia. Los novatos Kareem Hunt (Chiefs) y Leonard Fournette (Jaguars) reciben la mención especial pero nunca estuvieron en disposición de saltar al "primer equipo". Gurley y Bell corren, reciben y hacen ganar partidos a sus equipos. Además, lo hacen con estilo, ¿qué más podemos pedirles?
* WR: Antonio Brown (Pittsburgh) y DeAndre Hopkins (Houston): Brown es un fijo de esta sección, cuarta nominación consecutiva (récord para un wide receiver). En un año que se recordará por los intrincados sistemas ofensivos que crean emparejamientos favorables para sus jugadores, los Steelers no han tenido que preocuparse mucho por la pizarra. Básicamente se alinean y dejan que sus estrellas hagan el resto de forma "individual". El tramo de temporada de Brown de la Semana 11 a la 14 (39 recepciones, 627 yardas, 6TD) es lo más dominante que he visto a un wide receiver desde Jerry Rice. El acompañante de Brown fue una decisión complicada, Hopkins tuvo dos serios contendientes en Adam Thielen (Vikings)y Kennan Allen (Chargers). Os confieso que hasta esta temporada no era el receptor de Houston uno de mis preferidos pero su mezcla de físico y manos no me ha dejado más remedio que rendirme ante él. * TE: Zach Ertz (Philadelphia): si este premio fuera sobre quién es el mejor jugador en cada posición no cabe duda de que tendríamos aquí a Rob Gronkowski. Sin embargo lo que tratamos es de galardonar las mejores actuaciones de la temporada. En ese sentido Ertz ha hecho una campaña tan meritoria como la de Gronk, cuya versión 2017 ha sido más "terrenal" para sus estándares. Ha estado tan reñido que la decisión la postergué hasta la Super Bowl. Ese touchdown final me ha hecho inclinarme por el tight end de los Eagles. Seamos honestos, sentimentalmente es difícil no ponerse de su lado cuando el otro señor ha aparecido por estos lares tres veces ya y presenta unos atributos físicos que Ertz no puede ni soñar. Travis Kelce (Chiefs) fue considerado. * OT: David Bakhtiari (Green Bay) y Lane Johnson (Philadelphia): esta posición ha sido para mí un castigo a lo largo del año. Los mejores iban siendo víctimas de las lesiones y perdiéndose partidos que lastraban sus temporadas. Al final han "sobrevivido" Bakhtiari (con cuatro encuentros fuera por el camino) que fue sin duda el mejor tackle cuando estuvo sano y Johnson, más penalizado a lo largo del año (10 veces) de lo que me gusta a mí para el tackle ideal pero cuya producción en esa línea tan móvil es intachable. Riley Reiff (Vikings) estuvo gran parte del año en disposición de entrar pero tras una lesión en Carolina no volvió a ser el mismo. Andrew Whitworth (Rams), Tyronn Smith (Cowboys) y Joe Staley (49ers) se quedaron en los cortes. * OG: Rodger Saffold (Los Angeles Rams) y David DeCastro (Pittsburgh): aquí sí estoy más tranquilo y satisfecho con las selecciones. Saffold ha estado inmenso saliendo a bloquear al segundo nivel. Muchas de las jugadas grandes de Gurley le tenían a él en segundo plano. DeCastro ha tenido su ocasional lapsus en protección de pase pero verle marchar en "pull" en la Counter OF de los Steelers con Bell por detrás ha sido una gozada. Trai Turner (Panthers) y Brandon Brooks (Eagles) han completado grandes campañas también pero no había más hueco. Andrus Peat (Saints) fue considerado. * C: Jason Kelce (Philadelphia): el center de los Eagles ha sido el mejor en su puesto de principio a fin. Y digo fin porque lo que hizo en la Super Bowl es digno de elogio. Jamás un center, o un línea de ataque en general, será MVP de nada, pero su actuación en la gran final fue digna de ser considerada la del mejor jugador del encuentro. Fue un año bueno en la posición con otros tres candidatos que se quedaron fuera: Alex Mack (Falcons), el novato Pat Elflein (Vikings) y Max Unger (Saints).
* DE: Everson Griffen (Minnesota) y Joey Bosa (Los Angeles Chargers): Griffen estuvo inmenso tanto contra la carrera como contra el pase en la espectacular defensa de los Vikings. Donde sufrí mucho fue a la hora de decidir entre Bosa y Jadeveon Clowney (Texans). Ambos completaron temporadas fabulosas con estilos muy diferentes. En última instancia me decanté por el jugador de los Chargers porque me parece que su juego condiciona un poco más si cabe lo que hacen sus rivales en ofensiva. Una pena dejar fuera también a Cameron Jordan (Saints), DeMarcus Lawrence (Cowboys) y el compañero de Bosa, Melvin Ingram.
* DT: Aaron Donald (Los Angeles Rams) y Calais Campbell (Jacksonville): el mejor defensor de la NFL para mi gusto en la actualidad junto al mejor defensor de la temporada 2017. Eso son y han sido para mi gusto Donald y Campbell este año. Permitidme la licencia de incluir a Campbell en el interior porque es desde ahí de donde han partido la mayoría de sus sacks. También se ha alineado en el exterior en situaciones de carrera. No sabíamos exactamente dónde se alinearía Donald en la defensa de Wade Phillips pero no había dudas en cuanto a lo que sería su producción. El pequeño defensive tackle es un arma de destrucción masiva ante la que los rivales se sienten completamente indefensos. La posición de defensive tackle me ha dado un gran disfrute esta campaña gracias a Geno Atkins (Bengals), Fletcher Cox (Eagles), Akiem Hicks (Bears), DeForest Buckner (49ers) y Grady Jarrett (Falcons). Tras unos años que este puesto parecía pasar al olvido y quedar rendido a las meras "moles" diseñadas para parar la carrera, cada vez llegan más jugadores polivalentes a la liga capaces de doblar contra el juego terrestre y por supuesto contra el pase. Las ofensivas huyen de ellos como la peste por lo disruptivos que son. Tanto para Donald como para Campbell es la tercera visita anual por aquí. * MLB: Bobby Wagner (Seattle): Wagner repite presencia en nuestros equipos y de manera incontestable además. Cada año mejora más en cobertura y por supuesto es un casi perfecto placador. Su reconocimiento de las jugadas es prodigiosa. Con 13 placajes para pérdida de yardas ha terminado segundo en esa importante y reveladora estadística. Luke Kuechly (Panthers) y Ryan Shazier (Steelers) se quedaron detrás. * OLB: Chandler Jones (Arizona) y Von Miller (Denver): la temporada del líder de sacks de la NFL ha sido completamente formidable. No ha habido jornada que no la haya pasado destruyendo jugadas en el backfield rival. Uno que sabe también hacer eso es Miller, cuyo año no debe pasar desapercibido por la mala campaña de los Broncos. Miller ha estado tan dominante como siempre, si bien no ha podido destacar tanto en el mero dato estadístico de los sacks por la menor cantidad de oportunidades recibida. Es la quinta vez, cuarta consecutiva, que el linebacker de Denver forma parte de mi equipo ideal, igualando a Manning, Adrian Peterson y Ed Reed como los más grandes de la historia de Los 11 de Deion. K.J. Wright (Seahawks) y el eterno Terrelle Suggs (Ravens) se llevan la distinción honorífica. * CB: Jalen Ramsey (Jacksonville) y Xavier Rhodes (Minnesota): el año pasado sufrí de lo lindo para resaltar dos cornerbacks en lo que fue una campaña brillante para la posición. Esta vez, aunque ha habido competición, lo he tenido más claro a la hora de quedarme con Ramsey y Rhodes. Darius Slay (Lions) fue el que se quedó más cerca de arrebatarles el puesto, pero al contrario que a los otros dos a él sí le lanzan balones. Al menos hasta ahora. Casey Hayward (Chargers), Patrick Peterson (Cardinals), el rookie Marshon Lattimore (Saints) y Kyle Fuller (Bears) reciben la mención especial. * S: Harrison Smith (Minnesota) y Kevin Byard (Tennessee): Smith podría haber sido el jugador defensivo del año y no haber pasado absolutamente nada. Su dominio del juego desde la posición más lejana al balón ha sido prodigioso. Feroz placador, peligroso en el blitz y excelente atacando el balón. Sus 5 intercepciones y 12 pases defendidos son plusmarcas personales. En el caso de Byard la sorpresa ha sido doble, por su gran temporada y por superar al para mí mejor jugador en su posición, Earl Thomas (Seahawks). Micah Hyde (Bills) entró en consideración también.
Rams, Vikings y los campeones Eagles se llevan pues la palma en nuestros equipos ideales de 2017 con tres representantes. Contamos con once "novatos" junto a algunos auténticos mitos de la sección que están batiendo récords en ese sentido. La liga como siempre continúa reciclándose y sobre todo sorprendiéndonos con nuevas estrellas. Por primera vez hemos alcanzado el logro personal de ver los 267 partidos de la temporada regular y playoffs de la NFL. No digo con esto que me halle en posesión de la verdad absoluta o no se me escape nada, pero sí puedo afirmar con rotundidad que "Los 11 de Deion de 2017" son el equipo del que me siento más orgulloso de haber realizado. Nos seguimos leyendo. Feliz Offseason chicos/as. Marco Álvarez @deionmarco
Treinta y ocho segundos para llegar al descanso. Los Eagles ganan 15-12 y tienen posesión del balón en 4ª y Goal desde la yarda uno de su oponente. Doug Pederson sabe que tras la actuación musical del intermedio New England retomará el control de la pelota y de chutar el field goal podría verse eventualmente por detrás en el marcador con un touchdown de los Patriots para abrir el tercer cuarto. De esa misma forma habían finalizado su posesión anterior, que les había acercado a solo tres puntos tras otro mal arranque de partido en estos playoffs.
Pederson mantuvo a su ataque en el campo para el asombro de muchos. Su osadía podía confundirse con inconsciencia. Sin embargo, la jugada que tenía preparada, que venía ensayando enfáticamente durante las dos semanas de previa a la final, nos levantaría a todos de nuestros asientos mientras los jefazos de la defensiva 'Patriot', Bill Belichick y Matt Patricia eran incapaces de mover siquiera los músculos de la cara.
El quarterback Nick Foles abandonaba su puesto habitual al snap para colocarse como "wing" incrustado en la línea de ataque. El novato Corey Clement recibía el handoff y marchaba hacia el lado izquierdo siguiendo los bloqueos de todos sus compañeros de la línea en lo que parecía una jugada de carrera. Pero no lo era. Clement le cedía el balón en 'pitch' al tight end Trey Burton que marchaba en dirección contraria. Acompañando el movimiento de Burton iba el quarterback, Nick Foles, del que todo el mundo ya se había olvidado para recibir en la end zone un perfecto pase de su compañero. Touchdown Eagles, 22-12 al descanso.
Nick Foles completa uno de los touchdowns más increíbles en la historia de la Super Bowl.
El partido distaba mucho de estar terminado, de hecho New England batallaría y pelearía como siempre hace para tomar por fin el mando en el electrónico por un mínimo 33-32 a menos de diez minutos de la conclusión. Sin embargo, la acción que seguramente más se recuerde de esta Super Bowl LII no sea el touchdown final de Philadelphia, sino esta acción improbable donde las haya antes del descanso que representa a la perfección lo que es este equipo que dirige Doug Pederson. Un EQUIPO con mayúsculas. Pensadlo bien. La jugada clave fue ejecutada por el quinto runningback al comenzar la temporada, un chico que nadie quiso elegir en el draft, el tercer tight end próximo a ser agente libre y un quarterback suplente que hace un año meditaba la retirada. Ante el gran ogro de la NFL llamado New England Patriots que buscaba su tercera Super Bowl en cuatro años y con el mejor staff técnico de la competición en la banda.
Pero así son estos Eagles de 2017, inasequibles al desaliento e impermeables a la desconfianza. Perdieron durante la liga a su mejor línea ofensivo, Jason Peters, pero aun así esta unidad fue la más dominante de la NFL. Perdieron a su corredor más productivo fuera del backfield y excelso retornador, Darren Sproles. Perdieron a su mejor linebacker, Jordan Hicks. Perdieron a su kicker y tuvieron que echar mano de un novato que por supuesto nadie eligió en el draft. Y como no, perdieron a su quarterback titular, Carson Wentz, que iba camino de hacer historia al poder ganar el MVP en su segundo año como profesional.
Cuando los Eagles eligieron a Wentz en el Draft de 2016 todo fueron críticas y sospechas. No tenía apenas experiencia, sus rivales en college habían sido una broma, tenía unas mecánicas que le harían fracasar... Los Browns decían que no era uno de los 20 mejores jugadores de su promoción. Para algunos analistas de mucho renombre apenas valía una séptima ronda. Vais entendiendo pues que esta franquicia está más que acostumbrada a refugiarse en sí misma para aislarse de todos los dardos que se le envían desde el exterior.
Wentz jugó de cine a lo largo de la campaña pero cuando se lesionó de gravedad una rodilla y tuvo que saltar al campo Nick Foles las aspiraciones de Philadelphia desaparecieron. O eso se pensaba. Hasta sus aficionados temían lo peor. No importó ganar el seed 1. En playoffs divisionales los Eagles abrieron como "underdogs" ante los Falcons. Ganaron. En final de conferencia abrieron como "underdogs" ante los Vikings. Y ganaron. En la Super Bowl abrieron como "underdogs" ante los Patriots. Y volvieron a ganar.
Bien saben los Patriots que de haber jugado Philadelphia otro encuentro la próxima semana también habrían abierto como "underdogs". Es exactamente lo que tuvo que sufrir New England en el camino hacia su primera Super Bowl allá por el año 2001. Al igual que aquel histórico equipo, estos Eagles se han sobrepuesto a todas las apuestas y han demostrado sobre el campo la única verdad que importa, que son el mejor EQUIPO de la temporada.
La historia de Philadelphia es por tanto improbable al máximo. Y su triunfo final en la Super Bowl el ejemplo más representativo. En toda la NFL se han disputado más de 15000 partidos. ¿Cuál es la probabilidad de que éste supusiera el récord histórico de yardas de ataque combinadas, 1151? No lo he calculado, pero intuyo que es una posibilidad pequeña, muy pequeña. ¿En una final donde habitualmente juegan las mejores defensas? Más pequeña aún.
Pero así son estos Eagles, capaces de superar al mismísimo Tom Brady, quien en la derrota jugó un encuentro memorable. Sus 505 yardas y 3TD son la mayor actuación de un quarterback en derrota y un récord en cuanto a yardas en playoffs. Su equipo no realizó un solo drive de 3 y fuera, tan siquiera un solo punt. El tres veces MVP de la liga movió a sus hombres arriba y abajo del U.S. Bank Stadium durante toda la noche ante una de las mejores defensas de la liga. Atlanta y Minnesota se combinaron para 17 puntos en dos partidos de playoffs. Los Patriots casi doblaron esa marca anoche pese a que incluso se dejaron puntos por el camino en la primera parte, sendos field goal y extra point fallados y un turnover en downs.
Brady de nuevo se sobrepuso a la tempranera lesión de uno de sus mejores objetivos, Brandin Cooks, para firmar otro encuentro de leyenda. Rob Gronkowski le ayudó especialmente tras el descanso y la línea ofensiva cumplió un papel encomiable hasta casi el final, pero no nos engañemos, la grandeza de Brady fue colosal. Se me hace muy difícil pensar que alguien ha sido más grande en la historia en el puesto de quarterback.
La maestría de Tom Brady quedó patente en la Super Bowl LII.
Los Eagles son campeones batiendo al mejor Brady y por supuesto a Bill Belichick. Su decisión de sentar a Malcolm Butler desequilibró por completo a su secundaria. Los 'matchups' jugaron constantemente en favor de Philadelphia, un ataque que no depende de nadie en concreto pero del que todos son parte integral. Pederson es demasiado buen head coach para desaprovechar una oportunidad así. Cantó las jugadas necesarias en todo momento, arriesgó cuando tuvo que hacerlo y contemporizó en las pocas situaciones que se lo pudo permitir. Incluso así, el destino del Trofeo Vince Lombardi dependió de un desesperado pase final de Brady. El año pasado lo atrapaba Julian Edelman. Esta vez no pudo hacerlo Gronkowski. La línea que separa a ganadores y perdedores es siempre ínfima.
Quiero volver con Pederson antes de cerrar esta crónica. Porque su historia particular es la que hace nacer y crecer a este irrepetible grupo de jugadores. El entrenador del que se dijo que los Eagles se tuvieron que conformar, con el que no podrían más que ser una sombra de lo que fueron con Andy Reid. Pederson ha sabido transmitir en sus hombres lo que es confiar y creer en uno mismo y en tu compañero de al lado. Un hombre sabio que no ha tenido reparos en rescatar parte del playbook del denostado Chip Kelly para acomodar la ofensiva a las virtudes de Nick Foles. Así es Doug Pederson. Tantísimos años a la sombra de Brett Favre como quarterback reserva en Green Bay. Ahora brilla más que nadie en toda la NFL y su triunfo es el ejemplo de que todos merecemos una oportunidad. FLY EAGLES 2017 FLY
Philadelphia y New England no cuentan
necesariamente con las mejores plantillas de la NFL, pero el trabajo de sus
respectivos staff técnicos, liderados por Doug
Pederson y Bill Belichick, ha
sido encomiable.
Para conseguir la primera Super Bowl de
su historia los Eagles tendrán que batir a su oponente y una vez más a las
apuestas, algo que han hecho a lo largo de los playoffs. Sin su joven estrella,
el quarterback Carson Wentz,
Pederson ha rediseñado la ofensiva a las habilidades de Nick Foles. En defensa, el ex head coach Jim Schwartz cuenta con piezas que pueden destruir cualquier plan
de juego rival, en especial el defensive tackle Fletcher Cox.
New England busca repetir campeonato,
hecho que se produjo por última vez en 2004 cuando precisamente los Patriots
derrotaban a los Eagles en la Super Bowl. Al igual que entonces, Belichick
sufrirá tras el partido la pérdida de sus dos coordinadores, Josh McDaniels y Matt Patricia. Quien no se va a ningún lado es el eterno quarterback
Tom Brady. A sus 40 años continúa en
lo más alto de su juego y podría sumar un histórico sexto anillo. Rob Gronkowski es su mayor aliado para
conseguirlo.
Como echamos el resto con nuestra Mega
Previa de la Super Bowl LII formato podcast de casi tres horas (http://www.ivoox.com/nfl-estado-puro-previa-super-bowl-audios-mp3_rf_23444258_1.html) y también
contáis con el súper vídeo de Rubén
Ibeas analizando para 100 yardas a los dos equipos (os lo inserto al final), yo voy a ser más conciso y directo de
lo habitual y lo que os voy a lanzar son mis diez claves para esta final y por
supuesto mi pronóstico de ganador. Vamos a ello.
1 - La agresividad de Jim Schwartz en defensa:
Lo primero en lo que voy a fijarme
durante los dos, tres primeros drives del partido es el nivel de agresividad
que tendrá la defensa de los Eagles. No me refiero a la cantidad de blitzes o
presión extra, ésa es una táctica que contra Tom Brady puede explotarte en las narices. Hablo de lo agresivos
que serán en la secundaria los defensive backs. Philadelphia tiene en su Cover
3 el esquema base de su defensa. Ahí los cornerbacks juegan con un colchón
(“cushion”) que puede ser perfectamente aprovechado por Brady, el quarterback
más paciente de la liga. Si Philadelphia se contenta con encajar pases de 5-7
yardas y New England puede jugar más dropbacks de 3 pasos la presión del frente
de cuatro nunca llegará a tiempo. Los Eagles deben ser físicos en la línea de
scrimmage con Gronk pero, como se demostró en la final de conferencia, también
han de serlo con los Cooks, Hogan y compañía.
2 - La OL de New England vs el pass-rush de Philadelphia:
Partiendo de la premisa anterior podemos
empezar a hablar del esperadísimo duelo entre la línea ofensiva de los Patriots
y la defensiva de los Eagles. Pese a que vienen de realizar un magnífico
partido contra Jacksonville éste es un duelo que puede decantar la balanza a
favor de Philadelphia. New England tiene dos puntos débiles en este grupo, el
guard izquierdo Joe Thuney y el
tackle derecho Cameron Fleming (el
tercero en el depth chart). Nate Solder,
el tackle izquierdo, también ha mostrado debilidades en protección de pase por momentos.
Los Eagles tienen hombres de mucha calidad para el rush pero la carta extra que
pueden jugar por encima de las posibilidades de los Jaguars es su profundidad,
hasta ocho jugadores diferentes pueden entrar a presionar sin que decaiga el
rush. El center David Andrews tendrá
una papeleta complicada apoyando a sus guards y también cuando le planten en la
misma cara a Fletcher Cox, el hombre
más peligroso en la defensa de Philadelphia.
3 - La no-huddle de los Patriots:
Para contrarrestar esta profundidad del
front 7 de su oponente espero que New England en determinados momentos del
encuentro utilice su ataque sin huddle que realiza con mucha efectividad. Hasta
qué punto McDaniels y Brady se sentirán cómodos para hacerlo la base de su
ofensiva del domingo no lo sé, pero estoy seguro que más de una vez probarán
para limitar las sustituciones de Philadelphia, obligarles a jugar esquemas más
básicos y también para generar confusiones en las coberturas cuando varíen sus
formaciones dentro de un mismo personal.
4 - Los matchups que genera New England en ataque:
Y es que los Patriots son especialistas a
la hora de crear emparejamientos favorables por la versatilidad de sus
jugadores. Pueden alinearse con personal 21 siendo Dion Lewis y James Develin los
runningbacks, correr Power en jugadas de counter y al siguiente snap en
no-huddle abrir los cinco receptores elegibles y obligar al oponente a cubrir
con sus linebackers a receptores más rápidos. Esta versatilidad también dota a
los Pats de la ventaja de descifrar el esquema de la defensa pre-snap, lo que
les hace siempre ir un paso por delante de su rival.
5 - Jay Ajayi y la línea ofensiva de los Eagles:
En la otra fase del juego considero
básico y primordial para Philadelphia poder establecer el control de la línea
de scrimmage cuando formen en ataque. Su línea ofensiva es de las mejores de la
competición y destaca por su movilidad. La defensiva de los Patriots ha sufrido
en tramos de la campaña para detener la carrera, en especial por el exterior. Kareem Hunt o Kenyan Drake completaron grandes actuaciones ante ellos. Los Eagles
pueden atacar por fuera con diferentes esquemas: “outside zone”, “toss sweeps”,
“G-pulls” e incluso con “jet plays” utilizando a Nelson Agholor. Para ejecutar todas estas acciones Jay Ajayi se me antoja casi el jugador
más importante el domingo por el lado de Philadelphia por su estilo violento al
llevar la pelota y capacidad para hacer daño por dentro y por fuera. No me
extrañaría nada que incluso pueda protagonizar alguna jugada importante fuera
del backfield.
6 - La comunicación en la defensa de los Patriots:
La multiplicidad de jugadas en el arsenal
de los Eagles pone toda la presión en la defensa de MattPatricia para que
sus hombres recurran una vez más al “Do your job”, el mantra número uno de Bill Belichick. Los defensores
patriotas tendrán que confiar más que nunca en sus asignaciones para no ser
engañados. En muchas ocasiones sus ojos les dirán una cosa que luego no será
real. Las RPO que tanto utiliza Pederson están diseñadas para proporcionar
ganancias seguras para su ofensiva pues básicamente son dos jugadas en una (una
carrera y un pase) para aprovechar en todo momento el alineamiento del rival.
New England no puede pretender por tanto eliminar por completo este juego pero
sí puede ser quemado con él si intenta salirse del esquema.
7 - El uso de personal base por Philadelphia en ataque:
Una de las cosas que más me intriga de
cara al domingo es comprobar el tipo de personal que utilizarán los Eagles en
ofensiva. Jugar con tres receptores constantemente le puede dar la ventaja de
correr ante cajas de defensa más ligeras. Sin embargo, esto también choca
contra la gran virtud de la defensiva de los Patriots. Cuando se alinean con
seis e incluso siete defensive backs pueden marearte con sus diferentes
esquemas de presión y sobre todo sacar la carta de las dobles coberturas sobre
uno o dos receptores. Por tanto, me puedo imaginar a Pederson utilizando
personal 12 y puntualmente 13 (tres tight ends) para procurar que su quarterback encare esquemas defensivos más tradicionales y por qué no
otorgarle algún que otro emparejamiento favorable. El tercer tight end Trey Burton podría ser una carta oscura
que brille con luz propia en la Super Bowl justo antes de ser agente libre.
8 - La agilidad mental de Nick Foles:
Como os decía antes, Belichick es un
maestro a la hora de doblar al receptor más peligroso del oponente para sacarlo
del partido. Esto es especialmente crítico y evidente en terceros downs y zona
roja, las jugadas que suelen decidir el devenir de casi todos los partidos. Doug Pederson debe preparar muy bien a
su quarterback para que no se cebe en las primeras lecturas y tenga ojos para
todos sus compañeros. Espero a los Patriots doblando a Zach Ertz y Alshon Jeffrey,
los dos receptores que por tamaño y conceptos de ruta le pueden hacer la vida
más fácil a Nick Foles. En ese caso
será fundamental el partido que jueguen Torrey
Smith y NelsonAgholor, pues en la mayoría de las ocasiones se van a encontrar con
emparejamientos uno contra uno. Si ganan estos duelos y sobre todo, Foles
progresa hacia sus lecturas a tiempo, los Eagles tendrán mucho ganado.
9 - Los equipos especiales:
En la era Belichick – Brady los Patriots
han disputado siete Super Bowls y todas y cada una de ellas se han decidido en
la última posesión. Da igual que fueran víctimas propiciatorias ante St. Louis
Rams, favoritos prohibitivos ante New York Giants o básicamente protagonistas
de un partido de moneda al aire en las apuestas contra Seattle Seahawks,
siempre los aficionados de la franquicia de Foxboro se han visto abocados a
sufrir hasta el final. Para su fortuna la resolución ha sido más veces positiva que
negativa. Adam Vinatieri tuvo mucho
que ver para que esto fuera así en el primer triplete de títulos. Ahora es Stephen Gostkowski el que quien sabe
pueda darle otra Super Bowl a los Patriots. Más allá de las patadas, en un
choque que confío sea muy igualado cualquier acción de equipos especiales será
básica. Aquí los Eagles tendrán que planear muy bien sus movimientos ante uno
de los conjuntos más peligrosos en este aspecto. A partir de una perfecta
jugada de retorno de punt, primero en el rush y después en los bloqueos, New
England inició su drive ganador ante Jacksonville Jaguars.
10 - Jugar 60 minutos:
Y hablando precisamente de los
Jacksonville Jaguars, Philadelphia no puede incurrir en los errores que cometió
el campeón de la AFC Sur en la final de conferencia. El equipo de Doug Marrone gastó todos sus comodines
en el primer tiempo y se quedó sin cartas buenas para jugar en el último
cuarto cuando la pelota más quemaba. Sabemos que los Patriots son los maestros en agotar hasta el último
recurso, nunca puedes relajarte ante ellos. Estratégicamente son el equipo más
agresivo de la liga desde hace mucho tiempo. Pederson debe preparar bien
mentalmente a sus hombres y sobre todo manejar muy bien el partido el domingo
para que el maestro Belichick no le haga un adelantamiento in extremis por la
derecha.
PRONÓSTICO
Esta final es una de las más complicadas
de pronosticar. Por mi cabeza pasan múltiples resoluciones para este partido,
todas ellas muy diferentes. Sobre el papel los Eagles, pese a sus bajas, tienen
mejor plantilla que los Patriots y su historia de “underdogs” les hace afrontar
el choque con más energía si cabe. Han llegado hasta aquí pero todavía sienten
que deben demostrar su valía. Las dos líneas de Philadelphia son aparentemente
mejores que las de New England. Cuando esto pasó llegaron las dos únicas derrotas en
finales de Brady y Belichick. Pero este equipo de los Patriots es diferente a
aquellos de 2007 y 2011. Tienen el recuerdo de la victoria final muy fresco, son los
actuales campeones y cuentan con la confianza y la tranquilidad que da saber
que han salido airosos de situaciones muy adversas. Por eso creo que en un
encuentro muy igualado, New England volverá a prevalecer para defender
exitosamente su campeonato del año pasado.
New
England 24, Philadelphia 20.
Marco
Álvarez @deionmarco
No os perdáis el súper análisis de nuestro Rubén Ibeas sobre la Super Bowl LII: