El pasado miércoles fue una jornada frenética en los despachos de la NFL. Se cerraba el periodo de traspasos para la temporada 2017 y muchos equipos intentaron reforzar su plantilla con jugadores que habían agotado su tiempo en sus franquicias originales. Algunos equipos tuvieron éxito y otros no. Los San Francisco 49ers fueron uno de los conjuntos que consiguieron cerrar un movimiento muy sonado. Por su segunda ronda original del próximo draft se hicieron con los servicios del quarterback procedente de New England, Jimmy Garoppolo.
No voy a entrar en el clásico razonamiento del día después, ¿quién gana con el traspaso? ¿han dado mucho, han dado poco? Solo el tiempo nos dirá cómo funciona la jugada para ambas partes, pero el caso es que a día de hoy los 49ers han solucionado en otoño un problema que tendrían en primavera. ¿Por qué decimos esto?
Es obvio que San Francisco no contaba con su quarterback de futuro en la plantilla. Brian Hoyer fue siempre considerado un jugador puente o de transición. Por su parte, el novato de 3ª ronda, C.J. Beathard, no deja de ser un quarterback de desarrollo con unas limitaciones que seguramente le impidan dar el salto en su carrera de jugador que completa una plantilla a jugador que hace una plantilla.
En Garoppolo (dos p, una l, aprendámoslo bien) los niners tienen un hombre que por capacidades físicas y mentales puede ser el hombre ideal para conducir el ataque de Kyle Shanahan. Eso es lo que busca el head coach, la persona que ejecute su brillante ofensiva en el terreno de juego. La relación entre estos dos viene de largo, Shanahan estudió bien a Garoppolo cuando se presentó al Draft de la NFL del año 2014. No es por tanto este movimiento uno provocado por el corazón o peor aún, la desesperación. Los 49ers son junto a los Cleveland Browns los únicos equipos que no conocen la victoria este año.
Con Jimmy en plantilla y ya lanzando para sus nuevos compañeros San Francisco obtiene una clara ventaja respecto a un posible novato escogido muy alto en el próximo draft. Por un lado consigue más tiempo para que el jugador esté preparado para dominar el sistema el año que viene. San Francisco es una franquicia que especialmente en el lado del ataque cambiará mucho en 2018. Por lo tanto, que tu quarterback sea una pieza ya entrenada en el esquema es algo que beneficiará a la dinámica de la ofensiva. Por otro lado, Garoppolo, cierto que no demasiado, pero ha demostrado que puede dirigir un equipo NFL, algo que nunca puede saberse con un rookie. Y si bien las terminologías son distintas, compartir cuatro años con Bill Belichick y Josh McDaniels es imposible que haga mal a un quarterback. Los 49ers adquieren pues a un jugador que siendo muy joven en términos NFL, está mucho más maduro que cualquier estrella procedente de los universitarios.
Dicho todo esto, ¿qué es lo que ha demostrado Garoppolo en su etapa en New England para que los niners tengan fe en que sea su hombre de futuro? Tenemos que retroceder a los cuatro primeros encuentros de la temporada 2016, los que Tom Brady se vio obligado a perderse por sanción como consecuencia del asunto "Deflategate". Garoppolo fue el quarterback titular de los dos primeros choques, en Arizona y ante Miami.
Una lesión le impidió completar siquiera ese segundo encuentro pero en los seis cuartos anteriores pudimos ver varias cosas buenas:
- Buena lectura pre-snap, aprovechando y sacando ventaja de varios emparejamientos favorables. Su primer pase de touchdown, de 37 yardas para Chris Hogan sobre el rookie Brandon Williams es un ejemplo de esto.
- Precisión notable en los lanzamientos cortos y medios. New England utilizó un playbook condensado para no sobrepasar a Garoppolo en su debut. En el partido de Arizona, de 13 lanzamientos en tercer down, nueve fueron "dropbacks" de 3 pasos, tres "dropbacks" de 5 pasos y uno fue un screen. No tiene un cañón por brazo, pero sí lanza con timing en la zona underneath y es capaz de poner el balón en segundas ventanas, hacia las "seam" o en lanzamientos hacia la banda.
- Visión, agilidad mental y release muy rápido para batir el blitz. Contra 5 ó más rushers Garoppolo conectó 13/17 pases para 205 yardas y 2TD.
- Capacidad para crear jugadas fuera del esquema. No nos engañemos, por mucha mente brillante que tengas en tu banda en un partido de NFL pasan muchas cosas. Y en ocasiones son esas dos o tres jugadas que sacas de la nada las que pueden desequilibrar un encuentro. Garoppolo no tiene la movilidad de un DeShaun Watson pero es lo suficiente atlético para moverse por el pocket y ganar tiempo para completar un pase en improvisación.
Estos puntos positivos te hacen válido en cualquier sistema, pero más en el libro de Kyle Shanahan. Por eso quería a Jimmy Garoppolo en su equipo. Es lógico pensar que haya dudas con alguien que apenas ha disputado seis cuartos como profesional. Pero viendo esos snaps la sensación es que es un quarterback con "skills" considerables y dignos de la apuesta. Además, en su día fue una segunda ronda del draft, no es que el jugador haya salido de la nada.
Por supuesto que habrá momentos donde sufrirá, especialmente al principio. Su inexperiencia pasará factura. San Francisco ha perdido además para lo que resta de temporada a su mejor wide receiver, Pierre Garçon. Sin embargo, éste es un movimiento de futuro no pensado para ganar más ahora sino mañana. Los 49ers han solucionado un problema de primavera en otoño.
Marco Álvarez
@deionmarco
Marco Álvarez
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