Todos recordamos como, en 2016, los Atlanta Falcons maravillaron al mundo con sus dos running backs. Devonta Freeman y Telvin Coleman le daban muchísimo dinamismo a un ataque que era demoledor. Los veíamos acarreando el balón, pero también saliendo del backfield para recibir los pases de Matt Ryan. Así, dominaron a casi toda la liga y solo unos imperiales Patriots y un majestuoso Tom Brady pudieron evitar que se llevaran el anillo.
Las cosas parece que han cambiado en la ciudad de la Coca-Cola. Ahora, no estamos viendo ese poderío ofensivo que eclipsó al resto de contendientes en la NFC, ni ese monstruo de dos cabezas que atemorizaba a la liga. El monstruo, en 2017, lo tiene un rival divisional. Un rival que ha ido pasando por debajo del radar hasta enganchar cuatro victorias consecutivas y auparlos a lo alto de la división en esta séptima semana. Ese monstruo se llama ahora New Orleans Saints y las dos cabezas responden al nombre de Mark Ingram y Alvin Kamara.
Vamos a ver al monstruo en acción.
MARK INGRAM
Versatilidad. Esa es la palabra que define a este ataque desde que Sean Payton llegase en 2006. Jugadores como Bush, Pierre Thomas, Darren Sproles o Chris Ivory siempre han formado un backfield en donde las rotaciones han sido constantes.
La off-season de los Saints empezó muy fuerte. La contratación de Adrian Peterson llenó los medios locales, nacionales e internacionales con la noticia del dúo Brees-Peterson. Muchos pensábamos que un running back así era lo que le hacía falta a ese juego aéreo que tanto y tan bien había funcionado siempre en New Orleans.
Sin embargo, Peterson nunca pudo entrar en un esquema que requería otro tipo de corredor. Los Saints son un equipo que usa mucho más las situaciones zonales que las power run. Peterson es un corredor de poder, un jugador que necesita de muchas I Formations y en las que el fullback esté presente. Sean Payton tenía otra idea para este ataque y el bueno de Peterson tuvo que hacer las maletas y buscarse otro lugar en la liga.
Pero los Saints, en menor medida, también corren las power run y, en su mayoría de veces, es Mark Ingram el encargado de jugarlas. Aunque esto no quiere decir que no lo haga bien corriendo en zona. De hecho, son más las situaciones que juega zone run, ya que es lo que demanda su head coach desde la banda. Ingram es muy potente y capaz de ir muy duro contra el defensor para evitar el tackle. Cuando traspasa la línea de scrimmage es un corredor muy complicado de derribar y con una gran long speed.
Hasta el momento, el ex de Alabama lleva 389 yardas de carrera, promediando 4'4 yardas por acarreo y tres touchdowns. Además, Ingram es muy buen bloqueador en pass-protection, algo que le hace ser muy importante en un equipo que necesita, a veces, de máxima protección para que Brees pueda encontrar esas big plays a Thomas, Coleman o Ginn.
ALVIN KAMARA
La elección de Kamara fue algo sorprendente. A mí, personalmente, me gustaba mucho lo que había visto de él en la universidad de Tennessee. Era un corredor muy rápido, que evita los tackles con asombrosa facilidad y que poseía unas magníficas manos para recibir el balón por aire. Con estas virtudes, Kamara pegaba mucho con el juego ofensivo de Payton, pero ya había dos runing backs en la plantilla llamados a manejar mucho balón. Sin embargo, el talento siempre se abre camino y Sean Payton vio que con este chico las opciones de ese ataque se multiplicaban por dos. Adrian Peterson emprendía el camino hacia Arizona y Kamara se volvía básico en los esquemas de los New Orleans Saints.
Muchos lo catalogan como un runing back receptor, pero es un excelente corredor con el balón en las manos. Se desenvuelve mejor en situaciones zonales, pero es capaz de generar yardas en power run si la situación lo requiere. Tiene una lectura de gaps y de la defensa excepcional. Posee paciencia para que el gap se abra y una explosividad fuera de lo común. Jump cuts, cutbacks, smooth footwork...este chico viene con el pack completo.
Sus estadísticas por tierra, en lo que llevamos de curso, son una muy buenas para un rookie que no se llame Kareem Hunt o Leonard Fournette. Su 6'3 yardas por acarreo es una barbaridad y totaliza 215 yardas en 34 intentos de acarreo. Además, el rookie suma un touchdown de carrera.
EL JUEGO DE PASE
Pero aquí llegamos al meollo del asunto. Ingram y Kamara son dos jugadores con un estilo de juego algo diferente, pero los dos son muy peligrosos para la defensa porque ambos pueden correr con el balón en las manos o salir a recibir el pase. Esto provoca mucha confusión en los rivales. Esa amenaza real en ambos tipos de juego, les hacen ser un equipo muy peligroso en las manos de un pasador élite como es Drew Bress.
Evidentemente, Kamara es mejor jugador en el juego de pase. A él lo podemos ver alineado por todo el campo. Es capaz de jugar desde el backfield, desde el slot o comenzar totalmente abierto. Posee unas fantásticas manos para recibir cualquier tipo de pase. A Ingram, en cambio, es raro verle alineado fuera del backfield, pero, saliendo desde ahí, es muy peligroso. RB screens, checkdowns o rutas flat son sus favoritas y donde más le busca Brees, sobretodo tras play action.
Tras el wide receiver Michael Thomas, Alvin Kamara es el jugador que más veces ha sido buscado por aire del roster de los Saints. Tiene 29 recepciones para 209 yardas y un touchdown. ¿Saben quién es el tercero que más balones recibe? Sí, Mark Ingram. Ingram ha recibido 24 pases para 166 yardas.
En 2013, los Detroit Lions fueron el primer equipo en tener a dos running backs con más de 500 yardas por tierra y más de 500 por aire. Reggie Bush acabó aquel curso con 1006 yardas de carrera y con 506 de pase, mientras que Joique Bell, su compañero en ese equipo, finalizó con 650 yardas de carrera y 547 de recepción.
El año pasado, el monstruo de dos cabezas de los Falcons no fue capaz de generar más de 500 yardas en ambas partes del juego cada uno, pero el nuevo monstruo lleva camino de hacerlo con creces.
Mark Ingram y Alvin Kamara están dando una dimensión distinta a lo que habíamos visto estos últimos años por New Orleans. Los Saints siguen anotando una cantidad ingente de puntos, pero sin poner en peligro la salud de Brees ni su puntería. Ahora van por tierra, y por aire, con sus dos running backs. No los vieron venir y ya les han pasado por la izquierda. Esa división tiene otro invitado más a la fiesta, mucho cuidado con estos Saints.
Mucho cuidado con este nuevo monstruo de dos cabezas.
Rubén Ibeas
@rubenibg
Rubén Ibeas
@rubenibg
Gran artículo, tanto el análisis escrito como los vídeos que lo acompañan son una maravilla. Gracias por el trabajo que hacéis desde este blog, para los que no llevamos mucho en el mundillo (y creo que también para los que llevan más) es una gozada poder leeros y escucharos diariamente. Un saludo.
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