Los 49ers consiguieron su primera victoria como visitante en más de un año de forma dramática, con un pase de 71 yardas en la prórroga de Blaine Gabbert para Torrey Smith. El quarterback reservó sus mejores jugadas para el "clutch time" (los momentos decisivos), su carrera de 44 yardas empató el choque a 20 en los últimos dos minutos y su conexión con Smith puso la puntilla. Entre medias, un sorprendente error de Robbie Gould en un field goal de 36 yardas posibilitó que el partido se fuese al tiempo extra.
La defensa fue la mejor unidad en Chicago, con una actuación basada en el "bend but don´t break" (romperse pero no doblarse). Los Bears consiguieron más yardas, primeros downs y tiempo de posesión, pero no pudieron capitalizar varias posiciones de campo muy favorables. Destacó más la labor de la secundaria sobre el front 7, que en más de una ocasión tuvo dificultades para frenar al tándem Matt Forte - Jeremy Langford. La jugada clave del día fue la intercepción retornada para touchdown por Jimme Ward en el primer cuarto. Esa acción mantuvo al equipo en el partido en el tramo en el que peor estaba jugando. Es la primera intercepción en la carrera del jugador de 2º año y una dulce revancha sobre Jay Cutler que lo destrozó en un Sunday Night la temporada pasada. Para él va nuestro GAME BALL semanal.
En equipos especiales toca destacar la labor de Bradley Pinion, cuyas patadas cambiaron en más de una ocasión la posición de campo. Por twitter le he dado bastante caña al chaval, más por la decisión de traerlo al equipo con Andy Lee en plantilla y gastar una 5ª ronda del draft, que por ninguna animadversión personal contra él. Hasta ahora su rendimiento ha sido más bien pobre pero con más partidos así puede revertir la situación para 2016.
Nos quedan cuatro partidos para cerrar esta triste campaña pero por primera vez estamos viendo signos de mejoría y esperanza para el futuro. La defensa empieza a enlazar encuentros positivos, algo que veníamos esperando. El ataque ha mejorado de la noche al día con el cambio de quarterback y -también hay que decirlo- del guard derecho. Esperemos que pronto Daniel Kilgore supla al incompetente Marcus Martin en el puesto de center y la unidad suba un poquito más. Quien sabe, si Anthony Davis regresa en condiciones el año que viene (algo que está por ver viendo la cabeza del muchacho) podríamos volver a tener una línea ofensiva de garantías.
En cuanto a Gabbert, tiene toda la pinta que comenzará 2016 como nuestro quarterback titular. Cerramos la campaña contra Cleveland, Cincinnati, Detroit y St. Louis, rivales ante los que podría seguir poniendo buenos números sobre la mesa. Su rendimiento en este cuarto final de temporada influirá en la ronda del draft que gastemos en un quarterback, pero ahora mismo no haría falta ser demasiado agresivo si el objetivo deseado no se pone a tiro.
Sobre el staff técnico sigo pensando que hace falta alguien de más enjundia en el plano ofensivo. La mejoría de Gabbert se diluye entre el desastre de Colin Kaepernick, por lo que en ese aspecto estamos casi peor que empezamos el año. El plan de juego no ha brillado por la complejidad precisamente y la rigidez para cambiar jugadores está siendo exagerada.
Pese a esta buena racha no debemos engañarnos, este equipo sigue necesitando un gran draft y algún que otro refuerzo de agencia libre para añadir "playmakers" a ambos lados del balón. Pero al menos el desastre de hace poco se ha convertido en una pequeña grieta por donde se ve algo de luz. Quien nos iba a decir que Gabbert sería el que nos sacara un poco del pozo.