Los 49ers sumaron una derrota más en St. Louis ofreciendo de nuevo una imagen indigna del escudo que representan. San Francisco apenas pudo poner en el marcador un par de field goals para evitar lo que podría haber sido perfectamente un "shutout". Con Carlos Hyde y Anquan Boldin en ropa de calle más Reggie Bush y Mike Davis lesionados durante el transcurso del encuentro, el anémico ataque de los niners se quedó sin pegada alguna. Lo único respetable a este lado del balón fue el buen partido de Alex Boone en su duelo con Aaron Donald. Poco más que destacar de un grupo que va a ninguna parte, por no realizar no comete ni turnovers. Es el cuarto partido consecutivo sin incurrir en uno, algo que es una buena noticia por un lado, pero que por otro demuestra que ni siquiera se está intentando arriesgar para sacar algo de debajo de las piedras. Nos conformamos con "no liarla" y lo tenemos tan asumido que nos resignamos a ver jugar a nuestro equipo sin ninguna energía.
En defensa cabe reseñar el esfuerzo de Quinton Dial, probablemente el mejor niner en este triste partido. Su aportación para limitar los daños ante Todd Gurley fue importante y además bloqueó un field goal. La ausencia de Antonie Bethea se notó en los dos largos touchdowns de St. Louis. Su sustituto, el novato Jaquiski Tartt, tomó un mal ángulo en sendas acciones.
Nada más que comentar, un partido triste en lo que está siendo una campaña para olvidar.