Partido para olvidar el disputado en Seattle, algo a lo que por cierto ya nos hemos acostumbrado puesto que es la quinta visita consecutiva al Century Link Field que se salda con derrota para San Francisco. Una rivalidad feroz durante las campañas de 2011 a 2013 se ha convertido en nada de tiempo en un predecible duelo divisional más.
Otra vez este año una unidad del equipo nos dejó con el culo al aire. En esta ocasión le tocó el turno a la defensa que fue incapaz de realizar un placaje en campo abierto o de superar a su oponente en un 1x1. La línea de ataque de los Seahawks, una de las peores en la NFL, manejó con facilidad a un front 7 que en lugar de jugar con mayor frescura por la semana de descanso, mostró una alarmante falta de preparación. Para colmo, toda vez que los rivales cruzaron la línea de scrimmage y se adentraron en nuestra secundaria, fueron recibidos con los brazos abiertos por nuestros defensive backs. Tan abiertos que los placajes fallados estuvieron a la orden del día. En una garrafal jugada al comienzo del último cuarto, cuatro jugadores fueron incapaces de detener a Doug Baldwin pese a estar además acorralado en la banda (ver imagen inferior). En casi setenta años de historia nunca se le había permitido a un runningback rival alcanzar la barrera de las 200 yardas de carrera, algo que consiguió anoche no Marshawn Lynch, inactivo por lesión, sino su suplente el novato no drafteado Thomas Rawls. Usaremos una palabra bastante habitual en el léxico niner de 2015: vergonzoso.
Lo positivo del choque fue la decente actuación de Blaine Gabbert ante la siempre complicada defensa de Seattle. Cuando fue presionado tuvo la presencia para escapar en scramble hacia el lado derecho (su predilecto) y ganar valiosas yardas. En otras ocasiones aprovechó los huecos en la secundaria de Seahawks (más grandes de lo habitual esta temporada) para conectar con los tight ends en buenas ganancias. Aunque tuvo un par de lanzamientos horribles que debieron ser interceptados, en una actuación tan floja del equipo fue el mejor de San Francisco. Junto a él destacar el pundonor de Anquan Boldin que jugó mermado por una molesta lesión muscular pero que cuando pudo saltar al campo conectó bien con Gabbert.
Pase de -4 yardas, ganancia de 21 yardas. Cortesía de la defensa de San Francisco. |