Derrota sin paliativos la sufrida en Denver ante unos Broncos mejor preparados que no tenían la más mínima intención de dejar pasar su primera oportunidad real de conseguir el récord de pases de touchdown para Peyton. San Francisco pareció exactamente lo que se esperaba, un equipo cansado después de jugar partidos consecutivos fuera de casa en una semana corta.
¿Os acordáis del palizón que nos metió Seattle al final de la temporada 2012 justo después de ganar un partido durísimo en Foxboro ante los Patriots? La misma sensación que entonces tenía para hoy. Este partido nos ha llegado en un muy mal momento de la temporada y lo hemos pagado caro con una severísima derrota. A recuperar jugadores en el bye y reiniciar la liga con fuerza. Pese al récord de 4-3 dentro de la NFC no estamos muy mal colocados. Hay que recordar que la primera mitad de liga iba a ser lo peor y con excepción del patinazo ante Chicago la hemos pasado de forma correcta.
Por quedarme con algo bueno de esta noche es el hecho de que tenemos bastante capacidad de big-play con Stevie Johnson y Brandon Lloyd, algo que a la larga deberán respetar las defensas y podrá abrir algunos huecos para la carrera. Por contra, Vernon Davis y Michael Crabtree están completamente desaparecidos. En el caso del tight end estoy seguro que las lesiones le están haciendo mella pero en el caso de Crab me resulta sorprendente la pobre temporada que está completando. Es el único de los wide receivers que no tiene muy definido su rol en el ataque, aparece poco y cuando lo hace su ratio de "drops" es muy elevado. El más significativo el de la semana 2 ante Chicago que pudo ser el touchdown del empate en los segundos finales.
De la defensa no quiero comentar demasiado porque prácticamente jugamos con la versión B. Éramos unos ilusos si pensábamos que la baja de Patrick Willis, entre otras muchas, no se iba a notar ante a un fenómeno como Peyton Manning. Enhorabuena a él por su partidazo y por supuesto el merecidísimo récord de pases de touchdown. El quarterback de Denver rozó la perfección en su juego y en típica "escuela Manning" siempre estuvo un paso por delante de nuestra defensa. Su segundo pase de touchdown, para Wes Welker, aprovecha a la perfección la sobre atención minera en los "screens" para DeMaryius Thomas. Luego, el lanzamiento del récord es otro ejemplo perfecto de lectura de defensas: Peyton lanza al único de sus cinco receptores que no tiene doble cobertura o está fuera de la jugada. Lo hace de forma rapidísima y con un envío perfecto a un sitio donde sólo su hombre puede llegar. El último de los touchdowns, una bomba para Demaryius Thomas de nuevo, es el clásico pase directo a la yugular tras una intercepción del rival en campo contrario. Con el marcador 28-10 al inicio de la segunda mitad los 49ers dejaron de creer en la victoria y empezaron a pensar en el bye.
GAME BALL -> Peyton Manning: si nos tenemos que centrar en los niners me quedaría con Colin Kaepernick, cuya primera mitad resultó muy buena. Desgraciadamente, ayer tanto los receptores (con varios drops) como la línea ofensiva (absolutamente sobrepasada por el pass-rush de Denver) no le acompañaron lo más mínimo. De esta forma le damos el balón del partido al legendario quarterback de los Broncos al que rendimos desde aquí nuestro particular homenaje. Ya he perdido la cuenta de la cantidad de actuaciones memorables que nos ha brindado. Gracias Peyton.
Los 49ers nunca estuvieron ni cerca de molestar a Peyton Manning |