El
fiscal del caso, el señor Marco Álvarez,
va a tratar de utilizar todo tipo de triquiñuelas para que ustedes elijan el
castigo en vez del perdón sobre Patrick
Mahomes. Va a instalar la duda en sus cabezas argumentando su falta de
estructura, disciplina o falta de mecánicas. Y puede tener cierta razón, pero
ateniéndonos al sitio donde ha caído, estas excusas solo sirven para ratificar
lo acertado de su elección.
Andy Reid no es un novato en el mundo
NFL. El señor Reid lleva la friolera de 25 años entrenando por los
emparrillados profesionales y no es la primera vez que draftea un quarterback.
En 1999, siendo head coach de los Philadelphia Eagles, eligió a Donovan McNabb
como su QB de futuro y, cinco años después, lo convirtió en el mejor jugador de
la Conferencia Nacional. Incluso fue seis veces pro-bowler. Es decir, lo moldeó
a su antojo hasta convertirlo en un jugador franquicia.
No
estoy diciendo que Patrick Mahomes sea igual que McNabb, no me entiendan mal
sus señorías. Mi argumento se dirige a la posibilidad de que si un chico tiene
talento, Reid va a exprimirlo hasta que salga a relucir. Y Mahomes tiene un
brazo lleno de talento.
Sí,
es cierto que su footwork no es
bueno. Su dropback es poco fluido y
el hitch step lo usa poco y mal.
Esto, sumado a su peculiar toma de decisiones, nos hace inclinarnos por una
condena fácil y rápida, pero hay que escarbar un poquito más hasta llegar al
diamante que se esconde aquí. Coincidirán conmingo en que estas mecánicas, con
trabajo y dedicación, se pueden aprender y dominar. El talento, señorías, es
más complicado de conseguir.
Mahomes
puede lanzar cualquier tipo de pase en una ofensiva. Su brazo es un cañón, así
que es habitual ver pases de 30 o 40 yardas sin esfuerzo por su parte. Además,
puede completar pases desde distintas plataformas y ángulos. La definición de "arm talent" le viene como
anillo al dedo. Cuando el pocket se colapsa, él no entra en pánico y sigue
buscando receptores campo abajo hasta que los encuentra y puede conectar con
ellos. Demuestra una gran anticipación e instintos para poner el balón justo en
el momento adecuado, adelantando su pase al corte del receptor.
Aunque
haya jugado en una spread "amigable para el QB", Mahomes es capaz de
procesar situaciones defensivas y usar el pump fake para mover a la defensa y
abrir una ventana para su pase. Las spread
offense, desde shotgun, son cada vez más prolíficas en la NFL y, a pesar de
no haber jugado debajo del center, su próximo entrenador es un maestro en la
West Coast Offense, así que no habrá problemas para enseñarle cómo se hace.
Asombra la precisión y potencia que imprime a sus lanzamientos a pesar de ese
footwork sospechoso. Y, aunque el fiscal de este caso siga insistiendo al
jurado con su disciplina y malas mecánicas, la verdad de este caso es que ese
brazo no tiene comparación con ningún otro de los que han aparecido en esta
clase. Ni siquiera de cerca.
Antes
de acabar mi alegato, no puedo dejar de hablar sobre lo que Mahomes se va a
encontrar en los Chiefs. Además de ser uno de los rosters más completos de la
liga, y tener una defensa que hace al ataque tener menos responsabilidades, el
QB se va a encontrar con un tight end dominante de la liga (Travis Kelce) y dos receptores que le
harán la vida muy sencilla. Jeremy Maclin y Tyreek Hill tienen unas manos tan seguras que no habrá problemas en
crear química con ellos.
Les
vuelvo a pedir que desatiendan las razones que les pueda dar el señor Marco Álvarez. Las dudas que ustedes
tengan, Andy Reid las solucionará
como lo ha hecho antes. Como lo hará ahora.
Señorías,
no se dejen engañar, Patrick Mahomes
es especial. No cometan el error de juzgarle por lo que ha sido. Júzguenle por
lo que va a ser: un quarterback titular de la NFL. Y muy bueno. Disfrutad con
sus highlights.
Rubén Ibeas @rubenibg
Rubén Ibeas @rubenibg