viernes, 23 de octubre de 2015

2015 Semana 7: L vs SEATTLE SEAHAWKS 3-20


Por cuarta vez en siete partidos este año los 49ers sufrieron una apabullante derrota, mucho mayor de lo que pueda decir el marcador final de 20-3 en favor de Seattle. El encuentro tuvo un desarrollo muy similar al que protagonizaron estos mismos equipos el jueves de Acción de Gracias de la pasada temporada. Los Seahawks fueron casi desde el inicio del choque por delante en el marcador y en ningún momento se vieron amenazados.

A lo largo de esta temporada se han ido alternando buenas actuaciones de la defensa con otros días que fueron mejores para el ataque. Anoche no se puede decir que ninguna de las dos unidades tuviera una brillante actuación, más bien todo lo contrario.

Empecemos por la defensiva para ir calentando motores, ya que esta entrada será algo más larga de lo habitual (casualmente, igual que después del Seahawks-49ers del año pasado). No entendí en absoluto el planteamiento táctico del coordinador Eric Mangini, alineando casi constantemente a los dos safeties a quince yardas de la línea de scrimmage, eso contra un equipo cuya especialidad es correr con el balón y que no tiene su fuerte en el pase profundo. A estas alturas de sus carreras nadie confundirá a Doug Baldwin, Jermaine Kearse y Tyler Lockett con el "Greatest Show on Turf". El resultado fue una sucesión de carreras de Marshawn Lynch salpicadas por los habituales "scrambles" de Russell Wilson. En una significativa jugada, Wilson colgó literalmente un balón a Jimmy Graham 20 yardas dentro de nuestra defensa y ninguno de los safeties llegó a tiempo para anticiparse a la recepción.

Si bien es cierto que hubo acciones positivas a este lado del balón (cinco sacks, dos de ellos de un activo Aaron Lynch y dos intercepciones), la mayoría fueron más propiciadas por el oponente que por nosotros. La línea ofensiva de Seattle es un coladero y Wilson está desarrollando un mal habitual en estos casos, "happy feet". Aunque es capaz de solventar más de un lío provocado por sus compañeros, en ocasiones es el propio Wilson quien corre hacia la presión.

Pero dejemos aparcadas las "miserias" de los Seahawks para hablar de las nuestras, que son mucho más graves y profundas y es lo que nos toca hacer aquí. Pasamos ahora al ataque, que por tercera vez esta campaña ofreció una imagen inaceptable. Ocho primeros downs, nueve punts, cero turnovers. Estos datos reflejan un poco lo que fue el partido: una actuación minúscula mezclada con un toque de cobardía. Y es que tenemos tan asumido que no vamos a hacer nada ante Seattle que ni siquiera nos molestamos en arriesgar un poco y forzar jugadas. Dio la sensación que San Francisco jugó anoche a no perder por un resultado abultado que verdaderamente para ganar.

Llevamos todo el año aprendiendo que colocar a nuestro quarterback en shotgun no es una buena medida, pero nuestro equipo técnico ordenó 14 jugadas en esa formación por 10 debajo del center durante la decisiva primera mitad. Pero lo peor estaba por venir, con 17-0 abajo al descanso era obvio que más de un ajuste sería necesario para revertir la dinámica. Pues bien, tras doce minutos de "halftime" y un drive ofensivo de Seattle, nuestro ataque abrió la segunda mitad con tres carreras consecutivas hacia el tackle derecho. La primera generó 4 yardas, la segunda 3 y la última en 3ª y 3 resultó en una pérdida de una yarda y un fumble que por fortuna se recuperó. Pensadlo un poco, necesitando cambios drásticos en el descanso nuestro staff consideró que la mejor solución era realizar tres carreras consecutivas hacia el lado de Jordan Devey y Erik Pears. No sé vosotros pero por mi cuerpo recorren escalofríos.

Y es que podemos hablar largo y tendido del rendimiento de estos dos señores, pero no quiero gastar energía en hacerlo. No tienen nivel para más que carne de banquillo a lo sumo y semana tras semana siguen siendo parte de la alineación titular. Inexplicable que no se ponga un remedio a esta situación, buscando en los practice squad del resto de la liga, explorando un traspaso o lo que sea.

Pero como digo no pienso cebarme con estos dos hombres que están bien lejos de ser los culpables principales del desastre que estamos sufriendo una de cada dos jornadas. Y lo hago con la convicción de que hay mucha más materia prima que para generar ocho pírricos primeros downs. Antes del inicio de la liga tenía muchísimas dudas con el staff técnico de ataque y a fe que se están cumpliendo las peores previsiones. Estamos realizando números como equipo que rivalizan con los de la nefasta temporada de 2005, cuando un novato Alex Smith, Kevan BarlowArnaz Battle y el inmortal Billy Bajema formaban parte de la alineación titular. Inaceptable.

Si ante Minnesota, NY Giants y Baltimore se movió el balón de forma correcta no puede ser que ante Arizona, Green Bay y Seattle se bordee el ridículo. Y no me vale que estas defensas sean superiores a las primeras, esas actuaciones tan pésimas sólo podrían haber sido de recibo ante los Ravens de 2000 o los Bears de 1985. Los Cardinals limitaron a 156 yardas a San Francisco pero a 310 al siguiente en su particular Top. Lo mismo podemos decir de los Packers, 196 yardas ante los niners, 324 su siguiente mejor registro. Las 142 yardas de anoche palidecen ante las 383 que Carolina (con sus particulares carencias ofensivas) puso en el marcador de Seattle jugando en su propio estadio. Claro que podemos decir que los Bears con Jimmy Clausen se quedaron en 146 yardas con los Seahawks. Pues ahí está nuestro nivel en los días malos. Como digo, inaceptable.

Lo siento por Jim Tomsula que me parece un buen proyecto de head coach, pero empiezo a pensar que le han tocado unas cartas muy difíciles de jugar. Sin apoyo en la estrategia a nivel ofensivo (donde este equipo necesita ayuda urgente) y con el más absoluto silencio de sus superiores (sabedores de que su imagen pública cada jornada que pasa cae más en entredicho) parece destinado a ser un entrenador puente del que en su momento decidan propietario y general manager acudir como salvador.

Hasta entonces parece que tocará seguir sufriendo con estos 49ers que de momento no están ni en fase de recarga (como más de una vez aludió el general manager Trent Baalke) ni en fase de reconstrucción. Yo más bien la calificaría como fase de destrucción.

martes, 20 de octubre de 2015

2015 Semana 6: W vs BALTIMORE RAVENS 25-20


Los 49ers continuaron con las mejores sensaciones de la pasada jornada y sumaron su segunda victoria de la temporada a costa de los Baltimore Ravens. Fue un domingo completo para San Francisco en términos clasificatorios dado que Arizona y Seattle cayeron derrotados, pero pensando de forma realista hablar de luchar por la división es algo muy prematuro en este momento de la temporada.

Colin Kaepernick tuvo un buen día lanzando el balón ante una secundaria de Baltimore que confirmó las pésimas sensaciones que está dejando todo el año. La estrategia de buscar al ex niner Shareece Wright resultó a la perfección, los dos touchdowns de San Francisco llegaron sobre su cobertura. El resto, cuatro field goals de Phil Dawson precedidos por los habituales problemas en la zona roja.

En defensa seguimos teniendo graves dificultades para llegar al quarterback rival. Si la semana pasada Eli Manning se escapó intacto tras realizar 54 intentos de pase, ayer hizo lo propio Joe Flacco pese a lanzar 53 balones. Estas carencias de "pass-rush" volvieron a dejar en evidencia a la defensa zonal, lo que aprovechó a la perfección un veterano como Steve Smith.

Al final, las lagunas de Baltimore tuvieron más peso que las de San Francisco, y por increíble que parezca, un aspirante a la Super Bowl como los Ravens se marcha de la bahía con peor récord que el equipo en reconstrucción de Jim Tomsula.

GAME BALL -> Colin Kaepernick: sin duda que medirse a dos defensas de pase tan flojas como las de Giants y Baltimore era lo que el doctor recetaba para un quarterback tan bajo de confianza. Seguro que el choque ante Seattle de este próximo jueves, en "prime time" nada menos, será una verdadera prueba de fuego para Kap y en general para todo el equipo.

lunes, 12 de octubre de 2015

2015 Semana 5: L @ NEW YORK GIANTS 27-30

Los 49ers batallaron toda la noche pero al final una gran combinación entre Eli Manning y Larry Donnell les negó el triunfo. Es la cuarta derrota consecutiva de San Francisco, y octava en diez partidos volviendo atrás a la temporada 2014.

En un claro contraste a lo visto en los dos últimos encuentros, el ataque de los niners se mostró muy efectivo, especialmente en una segunda mitad en la que anotó tres touchdowns, incluido el último a 1:49 de la conclusión que parecía que podría darle la victoria a los niners.

Sin embargo, esta vez fue la defensa la que no se presentó a jugar. Manning dirigió un drive de 82 yardas en poco más de un minuto (sin los servicios de sus dos receptores principales) ante la impotencia de Eric Mangini y sus hombres. El quarterback de Nueva York se fue hasta las 441 yardas en 54 intentos de pase y no encajó un solo sack en toda la noche.

Después de tres derrotas muy negativas es fácil extraer conclusiones positivas. La línea ofensiva ofreció mejor protección en el pase, lo que posibilitó una buena actuación de Colin Kaepernick. El quarterback fue tratado con guantes por el staff técnico y apenas intentó lanzamientos comprometidos hasta los dos drives finales de anotación. Ahí Kap recordó a su mejor versión lanzando profundo con efectividad a Anquan Boldin (GAME BALL para él) y sacando penalizaciones cuando lo intentó con Torrey Smith. En cuanto los Giants vieron la amenaza aérea, Carlos Hyde pudo soltarse un poco la presión de tener a toda la defensa rival en la caja y consiguió 81 de sus 93 yardas tras el descanso.

Tras el desastre de Arizona y Green Bay se recuperó la cordura y Kaepernick dejó de jugar exclusivamente en shotgun "a lo Peyton Manning". La línea lo agradeció y no quedó tan retratada al realizarse lanzamientos más rápidos y con pockets en movimiento. No obstante, Marcus Martin y Erik Pears siguen sin dar el nivel y el puesto de guard derecho no tiene dueño.

Muchas incógnitas rodeaban a este equipo antes de empezar la campaña y tras cinco partidos pocas dudas se han resuelto. El ataque ha dado dos de cal y tres de arena, mientras que la defensa ha combinado actuaciones meritorias con otras deficientes. Una semana controla a Adrian Peterson y otra resucita a Chris Johnson. Una limita los daños ante Aaron Rodgers y otra es incapaz de detener al equipo de prácticas de receptores de los Giants. La defensa zonal en cobertura no puede estar más desajustada, NaVorro Bowman está pidiendo a gritos pequeños descansos (ahí puede estar la verdadera razón del fichaje de Gerald Hodges) y a la hora de presionar al quarterback rival sólo Aaron Lynch participa.

Somos el ataque 32 (por no decir el último) en puntos anotados y 29 en yardas conseguidas. En defensa no pinta mejor la cosa, puesto 27 en puntos y 31 en yardas (penúltimos). En conclusión, estos 49ers de 2015 son hasta el momento un mal equipo. ¿Podrá mejorar dada la bisoñez de jugadores y cuerpo técnico? Me gustaría responder a esa pregunta pero ahora mismo no puedo. Los niners son un cúmulo de incertidumbre a todos los niveles y me temo que lo seguirán siendo durante toda esta temporada.

lunes, 5 de octubre de 2015

2015 Semana 4: L vs GREEN BAY PACKERS 3-17


Los 49ers sumaron su tercera derrota consecutiva ante los Green Bay Packers. La defensa mantuvo el tipo dignamente y estuvo a la altura una vez más en su enfrentamiento contra Aaron Rodgers. Sin embargo, todos sus esfuerzos resultaron ser en vano por culpa de un ataque que por segunda semana consecutiva ofreció una imagen indigna.

El juego de carrera fue "infrautilizado", y el de pase "sobreutilizado", justo lo contrario de lo que había proclamado Jim Tomsula los días previos al partido. "No somos un equipo de dropback" había afirmado el head coach, pero eso es exactamente lo que vimos el domingo. Y un equipo malo además en ese aspecto. Muy malo.

Detrás de una línea ofensiva muy deficiente en la protección del pase, Colin Kaepernick fue perdiendo poco a poco una confianza que ya de por sí estaba muy baja. Lastrado por las cuatro intercepciones de la jornada anterior, Kaepernick jugó ultraconservador, no queriendo arriesgar lo más mínimo, no fueran a repetirse los errores de Arizona. Para el último cuarto no era más que una marioneta cuyos hilos manejaba Dom Capers, coordinador defensivo de Green Bay. Pases a los receptores que o bien se marchaban tres yardas altos o bien se quedaban tres yardas cortos; sacks que podían evitarse lanzando al receptor "hot" que se producían por ser incapaz de mantener la mirada en el campo abierto; y un lastimoso pase final a un receptor que estaba en el suelo. Todo esto ante la impasible mirada de un coordinador ofensivo y un head coach que nada hicieron por revertir la situación. Ni un solo cambio de personal, ni una arenga, ni una modificación del plan de juego. Todo esto mientras la defensa se batía el cobre ante uno de los equipos ofensivos más peligrosos de la NFL.

¿Hacia dónde va este equipo? Tras una prometedora victoria inaugural todo lo que funcionó aquella noche se ha olvidado y parece que no esta próximo de volver a repetirse. Sin la más mínima amenaza del juego aéreo las defensas rivales no tienen miedo alguno a alinear a sus once hombres en un rango de 15 yardas desde la línea de scrimmage en la mayoría de las jugadas. Kaepernick ha de empezar a jugar mejor ya y los entrenadores de ataque confeccionar un plan que no exponga al máximo las carencias del personal con el que se cuenta: pases más rápidos (los olvidados slants), jugadas de screen (¿para qué se fichó a Reggie Bush?), mover el pocket hacia el lado izquierdo más repetidamente (Joe Staley no deja de ser un All-Pro en su puesto) y lanzar pases profundos a Torrey Smith aunque sólo sea para sacar interferencias defensivas.

Esto son sólo algunas sugerencias que un mero aficionado puede hacer desde su casa. Se haga esto o no lo único que espero es que a partir del domingo se produzcan cambios y no volvamos a tener que presenciar el espectáculo de "inmovilidad" que ofreció el domingo el conjunto de Jim Tomsula.

GAME BALL -> Aaron Lynch: el linebacker registró dos sacks sobre Rodgers y fue uno de los muchos hombres que en defensa se ganaron el pan.