Randall Cunningham |
A partir de octubre de esta temporada conseguí acceso a los partidos que ofrecía Canal+ vía satélite a través de Sportmania. Eso me permitió ver tres encuentros completos a la semana en lugar de uno y por tanto pude seguir la competición de manera más plena.
El partido que paso a recordar no fue ni de lejos uno de los más reñidos del año. Al contrario, los Vikings pasaron por encima de Green Bay de principio a fin. Sin embargo, lo que se pudo ver aquella noche en Lambeau Field trascendió el resultado final por la huella tan profunda que dejó en todos los que pudimos ver el espectáculo que montaron un veterano quarterback al que ya se le daba por acabado para la liga y un receptor novato que iba camino de comerse la NFL.
Nadie había sido capaz de ganar en la casa de los Packers desde septiembre de 1995, una increíble racha de 25 partidos seguidos de temporada regular más otros cuatro de playoffs. Era y sigue siéndolo hasta ahora la segunda mejor marca de la historia de la liga. Green Bay era el campeón de la NFC de las dos campañas anteriores y llegaba a este choque (al igual que su rival) con un perfecto récord de 4-0. Tenía en Brett Favre al triple ganador del MVP de la competición. Por todos esos motivos el impacto de la enorme victoria de Minnesota fue tan grande.
Los Vikings no tardaron mucho en dar el primer susto. En su tercera jugada de ataque Randall Cunningham conectaba con Randy Moss en un touchdown de 75 yardas. Todos se quedaron con la boca abierta ante la inmensa velocidad del rookie, incluido el respetado coordinador defensivo Fritz Shurmur. Sin embargo, la acción fue anulada por un holding en la línea de ataque.
En el segundo cuarto comenzó la avalancha. Cunningham se limitaba a colgar balones a sus enormes wide receivers y la secundaria de Green Bay parecía un grupo de niños incapaces de defenderse. Jake Reed anotaba desde 56 yardas, luego Moss hacía lo propio desde 52 y al descanso Minnesota ya ganaba 24-10.
Randy Moss en brazos del fallecido Korey Stringer. |
A la vuelta de los vestuarios las cosas no mejoraron para los Packers. Mientras Favre (13/23, 114yds, 3INT) vivía una de las peores noches de su carrera, Cunningham parecía rejuvenecido y cambiado a los mandos del ataque de los Vikings tras pasar un año retirado una vez que se consumó su divorcio de Philadelphia. Cuando Moss anotó su segundo touchdown en otra bomba y puso el marcador en un increíble 37-10 se podría haber escuchado la voz de Vince Lombardi desde el cielo, el estadio quedó enmudecido.
Cunningham terminó con 442 yardas (récord histórico ante Green Bay) y 4 pases de touchdown en una portentosa actuación. Moss atrapó 5 pases para 190 yardas (incluidas recepciones de 52, 41, 46 y 44 yardas más otra anulada de 75 y al menos otras dos en las que por centímetros no se completó un claro "big-play"). El ataque de Minnesota en 1998 sería una máquina imparable durante todo el año y sólo un inesperado error del kicker Gary Anderson (perfecto toda la campaña) evitó su presencia en la Super Bowl.
Finalistas:
Week 09 - Minnesota Vikings vs Tampa Bay Buccaneers (Warrick Dunn y Mike Alstott le quitan el invicto a Minnesota).
Week 12 - Miami Dolphins vs New England Patriots (duelo de pistoleros entre Dan Marino y Drew Bledsoe).
Week 13 - Buffalo Bills vs New England Patriots (final con tremenda polémica).