La temporada 2007 de la NFL será siempre recordada por el casi impecable año de los New England Patriots, que estuvieron a unas pocas jugadas de completar la primera campaña perfecta de 19-0 en la historia de la liga. Espoleados por el affaire del "Spygate", los hombres de Bill Belichick y Tom Brady disputaron y vencieron algunos de los mejores encuentros de aquella regular season. Son principalmente recordados el agónico triunfo en Baltimore para mantener el invicto y el choque final ante los Giants donde se establecieron cantidad de récords. Los dos partidos reciben mi mención honorífica, pero no alcanzan el estatus de "juego del año".
El encuentro que más me emocionó personalmente de aquella liga llegó mucho antes, concretamente en la semana 5. Hacía trece años que el Monday Night Football no se desplazaba a Buffalo. Los Bills habían anticipado mucho el partido ante el equipo que les derrotara en sus dos últimas presencias en la Super Bowl. Aunque ninguno de aquellos protagonistas seguía en activo, se respiraba un ambiente retro con Jim Kelly animando en la banda y Thurman Thomas recibiendo en el descanso un homenaje por su entrada al Salón de la Fama.
Los Cowboys eran entrenados por Wade Phillips, tristemente todavía a día de hoy el último head coach que ha metido a los Bills en los playoffs. Su arranque de 4-0 con un ataque estelar encabezado por Tony Romo había disparado todas las expectativas de que el "Equipo de América" estaba de vuelta. En el otro lado, Buffalo llegaba con un récord de 1-3, una defensa plagada de lesionados que se situaba en el último lugar de los rankings en ese momento y un quarterback rookie al mando de la ofensiva, Trent Edwards. Era el clásico enfrentamiento de David contra Goliath.
La intensidad del partido fue muy alta desde el kickoff inicial. Contra todo pronóstico, la acorralada defensiva de Bills interceptaba una, dos, tres y hasta cuatro veces a Romo en la primera mitad. Dos de ellas fueron retornadas para touchdown. La primera fue obra de George Wilson, wide receiver reconvertido a free safety en su primera titularidad en la NFL. La segunda la protagonizó el defensive end Chris Kelsay, quien lograba una acción soñada para un defensive end: pase bloqueado, interceptado y retornado para TD. El problema para Buffalo es que pese a los cuatro turnovers del oponente el resultado solo le era favorable 17-10 al descanso.
La tónica de big-plays para los locales se mantuvo a la vuelta de los vestuarios cuando Terrence McGee, un gran retornador que ha caído un poco en el olvido, devolvía un kickoff 103 yardas para touchdown justo después de un field goal de Dallas. Era el quinto retorno de TD de su carrera.
Los últimos diez minutos serían de auténtico infarto. Un fumble de Romo fue seguido por una intercepción de Edwards cuando Buffalo se disponía a ponerle la puntilla a su rival. DeMarcus Ware, excepcional toda la noche aplicando presión al novato, caía en cobertura por una de las pocas veces en todo el partido. Su salto para desviar el balón permitía a Terence Newman interceptar y retornar 70 yardas hasta la 17 de Bills. Sin embargo, la locura se desataba en el Ralph Wilson Stadium apenas dos jugadas después cuando caía la quinta intercepción sobre Romo. Era su sexto turnover en total.
Ocho abajo, 24-16, con menos de cuatro minutos para el final, los Cowboys tendrían su última oportunidad para empatar. Aprovechando la conservadora defensa "prevent" de Buffalo, Romo movió a sus compañeros 80 yardas en 12 jugadas. De los ocho pases conectados el más largo produjo tan solo 12 yardas. No obstante, el lanzamiento más importante, el de la conversión de dos para Terrell Owens en la esquina de la end zone, resultaba incompleto.
¿Game Over? Todavía no. Dallas recuperaba el onside kick con 18 segundos por disputar. Dos pases cortos más, de nuevo ante la pasividad de la defensa rival, colocaban el balón en situación para que el kicker rookie Nick Folk ganara el loco partido con un field goal de 53 yardas. El intento era bueno para jolgorio de la banda tejana, pero un momento, no era válido. Dick Jauron había pedido tiempo muerto décimas antes del snap. Esta práctica fue iniciada aquel año por Mike Shanahan tres semanas antes y no sería abolida por la NFL hasta varias temporadas después. No importó esa noche, Folk convirtió de nuevo y esta vez sí que pudieron celebrar los Cowboys. Nadie más que Jerry Jones en su palco.
En la entrevista postpartido Michele Tafoya cuestionaba a Romo sobre sus cuatro intercepciones en la primera parte. "¿En serio fueron cuatro? Yo hubiera dicho que habían sido siete". Unas declaraciones propicias de alguien cuyo ídolo de juventud fue Brett Favre.
Finalistas:
Week 06 - Minnesota Vikings vs Chicago Bears (el show de Adrian Peterson y Devin Hester).
Week 13 - New England Patriots vs Baltimore Ravens (los Pats mantienen el invicto).
Week 17 - New England Patriots vs New York Giants (noche de récords).